El actual gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, ha generado controversia con su postura sobre el presupuesto del estado. Lo que en su rol como diputado local defendió con firmeza, ahora como gobernador lo rechaza de manera tajante. Esta contradicción ha dejado a muchos preguntándose: ¿qué cambió entre sus dos cargos para modificar su postura?
Samuel García como Diputado: Defensa del Equilibrio de Poderes
En 2015, cuando Samuel García era diputado local y coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano (MC), defendió abiertamente que el Congreso de Nuevo León tuviera la facultad de modificar el presupuesto que el Ejecutivo proponía. Durante el debate, García destacó que el Congreso debía ser corresponsable del presupuesto para evitar que el Ejecutivo tuviera libertad absoluta para mover los recursos de manera discrecional. El 1 de marzo de 2016, esa reforma a la Constitución fue aprobada por unanimidad, lo que otorgó al Congreso local mayores facultades en la aprobación y modificación del presupuesto.
En una intervención pública el 19 de diciembre de 2015, García expresó: “División de poderes significa equilibrio de facultades y contrapesos, nunca, nunca, una confrontación entre los mismos”.
Este discurso fue un fuerte respaldo al principio de autonomía del Legislativo para que no se limitara su poder sobre el presupuesto.
El Giro de Samuel García como Gobernador
Sin embargo, una vez en la gubernatura, la postura de Samuel García sobre el presupuesto cambió drásticamente. En diciembre de 2023, durante la presentación de la propuesta de ingresos para el 2024, García se mostró totalmente en contra de cualquier modificación que el Congreso pudiera hacer a su propuesta, y amenazó con “dejar en ceros” el presupuesto si se realizaban ajustes.
En sus palabras: “Si me modifican una coma, desde hoy les digo: no va a haber presupuesto y voy a aplicar conforme a la Constitución la tácita reconducción, y los voy a dejar en ceros”.
¿Por Qué el Cambio de Postura de Samuel García?
Este cambio de postura ha generado críticas tanto de la oposición como de algunos analistas políticos. Si en su rol como diputado defendió el derecho del Congreso a modificar el presupuesto, ¿por qué ahora, como gobernador, se niega a que se le realicen cambios?
La respuesta a esta pregunta podría encontrarse en la dinámica de poder. Como gobernador, Samuel García ha asumido una postura más autoritaria en cuanto al control de los recursos del estado, buscando mantener su propuesta intacta. Al contrario de lo que defendió en su tiempo como legislador, ahora prefiere centralizar las decisiones, lo que podría explicarse por su interés en mantener el control total sobre el presupuesto.
La Importancia del Equilibrio de Poderes en el Estado
La incongruencia en la postura de Samuel García plantea un debate crucial sobre el equilibrio de poderes en Nuevo León. Si bien la división de poderes es un principio fundamental en cualquier democracia, la tendencia de concentrar poder en una sola rama del gobierno puede ser vista como un retroceso en los avances logrados durante su tiempo como legislador. La pregunta es, ¿cuál es el precio de esta concentración de poder para el futuro político de Nuevo León?
Reacciones del Congreso y la Ciudadanía
El Congreso local ha reaccionado con molestia ante esta postura, ya que consideran que el presupuesto debería ser un esfuerzo conjunto entre el Ejecutivo y el Legislativo. La actitud de García también ha generado cuestionamientos entre la ciudadanía, que se pregunta si esta centralización de poder es la mejor manera de gestionar los recursos del estado en un contexto de crisis económica y necesidades urgentes.
¿Un Error Político o una Estrategia?
La contradicción de Samuel García sobre el presupuesto podría interpretarse de diferentes maneras. Algunos ven en este cambio una falta de coherencia en su liderazgo, mientras que otros lo consideran una estrategia para consolidar su poder. Lo que es claro es que esta postura divide opiniones y podría tener consecuencias tanto a nivel político como social en Nuevo León.
A medida que se acerque la aprobación del presupuesto 2024, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones entre el Ejecutivo y el Congreso local, así como las posibles repercusiones de esta tensión política para el futuro del estado.
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