En el reino de Samuel García, Nuevo León se convierte en un campo de batalla, un territorio donde la ley del más fuerte prevalece y la sangre tiñe las calles. Mientras el gobernador juega a la política, las vidas de los neoleoneses cuelgan en la balanza, sacrificadas en el altar de la negligencia y la ineptitud.
99 Vidas Perdidas en Abril
El horror se desborda en las estadísticas macabras de abril: 99 muertes violentas en tan solo un mes. Juárez, Monterrey, García y Guadalupe, nombres que ahora evocan el terror y la desesperación, con 15, 14, 14 y 8 casos respectivamente. Estos números, fríos y crueles, no son solo datos; son el eco de los gritos silenciados, el lamento de los caídos y la desesperación de los que aún luchan por sobrevivir.
En el sombrío paisaje de la violencia en Nuevo León, el horror se vuelve rutina, con un promedio de más de tres muertes diarias. El lunes 29 de abril fue el punto álgido de esta pesadilla, con 9 almas perdidas en un solo día. Nueve vidas segadas por la indiferencia y la incompetencia gubernamental, nueve familias sumidas en el abismo del dolor y la desesperación.
Cada número en esta macabra contabilidad es una historia de dolor y tragedia. Desde el hombre que arrebató la vida de su esposa en García, hasta el ataque a balazos en Zuazua que sesgó la vida de dos mujeres inocentes, las lágrimas y los gritos de dolor resuenan en las calles de Nuevo León. Son los sacrificios humanos en el altar de la incompetencia gubernamental, las víctimas olvidadas de un régimen que prioriza la política sobre la vida.
Exigiendo Respuestas y Acciones Concretas
Ya es suficiente. La sangre derramada de los neoleoneses clama por justicia y seguridad. No podemos permitir que nuestras calles se conviertan en campos de batalla, nuestras casas en fortalezas sitiadas por el miedo y la desesperanza. Es hora de alzar la voz y exigir responsabilidad al gobierno de Samuel García. No más excusas, no más promesas vacías. Los neoleoneses merecen vivir sin miedo, merecen un futuro donde la vida prevalezca sobre la muerte. Es hora de poner fin a esta pesadilla.
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