El uso de huesos de aceituna como biocombustible ha emergido como una solución innovadora en España, donde la industria del aceite de oliva ha encontrado una manera eficiente de aprovechar estos residuos. Esta transformación ha logrado generar una fuente de energía renovable que no solo calienta hogares, sino que también impulsa fábricas y aviones. Conozcamos más sobre este proceso y su impacto en la industria energética.
Un Recurso Abundante en España
España, como principal productor de aceite de oliva en la Unión Europea, genera anualmente cerca de 400 mil toneladas de huesos de aceituna, un subproducto que representa entre el 8% y el 10% del peso total de las cosechas. Durante años, estos residuos no tenían un uso claro, y eran considerados un problema para los agricultores. Sin embargo, la creciente demanda de soluciones energéticas sostenibles ha convertido a los huesos de aceituna en un recurso valioso para la industria del biocombustible.
Cómo se Convierte el Hueso de Aceituna en Biocombustible
El proceso de transformación de los huesos de aceituna en biocombustible comienza en las almazaras, donde las aceitunas se prensan para extraer el aceite. Después, los huesos son separados, lavados y secados para reducir la humedad al máximo. Este biocombustible, similar a los pellets de madera, es ideal para usarse en estufas, parrillas y calderas, ya que posee un alto poder calorífico y baja emisión de contaminantes.
La Crisis Energética en España
La iniciativa para aprovechar los huesos de aceituna como biocombustible se fortaleció a raíz de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania. La subida de los precios de la calefacción y la creciente necesidad de fuentes alternativas de energía han llevado a un mayor desarrollo de esta industria en España. Hoy en día, un tercio de los huesos de aceituna producidos en el país se refina y se vende a aproximadamente 300 euros la tonelada, equivalente a unos 6 céntimos por kilovatio-hora.
Además de su uso en calefacción doméstica, los huesos de aceituna también se están utilizando en industrias y en la producción de combustibles sostenibles para la aviación. Un ejemplo destacado es el de la petrolera Cepsa, que ha integrado los huesos de aceituna en una mezcla de biocombustible que ha sido utilizada en más de 200 vuelos desde el aeropuerto de Sevilla. Esta iniciativa representa un paso importante hacia la reducción de la huella de carbono en el sector aéreo.
El Futuro del Biocombustible de Aceituna
El biocombustible derivado de los huesos de aceituna promete seguir creciendo como una opción renovable y accesible. El objetivo a largo plazo es incrementar su producción y uso, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y avanzando hacia un modelo energético más limpio y sostenible. Pablo Rodero, de la asociación Avebiom, destaca que “las aceitunas son como los cerdos: no se desperdicia nada”, reflejando el espíritu de sostenibilidad que guía esta nueva etapa de la industria olivarera en España.
La transformación de los huesos de aceituna en biocombustible es una clara muestra de cómo la innovación puede convertir un residuo en un recurso valioso. Con beneficios tanto económicos como ambientales, esta iniciativa posiciona a España a la vanguardia de la energía renovable, aprovechando al máximo uno de sus productos más emblemáticos.
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