El sistema de transporte Metrorrey, que opera en la zona metropolitana de Monterrey, ha reportado un preocupante déficit operativo del 49% en el tercer trimestre de 2024. Esta cifra representa un aumento significativo en comparación con el trimestre anterior, a pesar de que se han observado incrementos en los ingresos y en la afluencia de pasajeros. De acuerdo con el informe financiero emitido por el organismo, este déficit asciende a 576.3 millones de pesos, lo que implica un incremento de 190.3 millones respecto al trimestre anterior. A pesar de que se había anticipado que la situación financiera del sistema mejoraría, los resultados actuales sugieren que las medidas adoptadas aún no han sido suficientes para equilibrar los gastos y los ingresos del servicio.
La situación financiera de Metrorrey es un reflejo de las dificultades que enfrenta el transporte público en diversas ciudades, donde la demanda por un servicio de calidad se ve afectada por los costos operativos y la necesidad de mantenimiento y expansión. En el caso de Monterrey, la administración del sistema había proyectado alcanzar el equilibrio financiero para mayo de 2025; sin embargo, el panorama actual pone en duda esta meta.
Incremento en ingresos y afluencia
A pesar del incremento en el déficit operativo, Metrorrey reporta una mejora en sus ingresos y en la afluencia de pasajeros. Durante este trimestre, se registró un crecimiento del 34% en los ingresos totales, que alcanzaron los 656.8 millones de pesos. Este aumento se debe en parte a la venta de boletos de diferentes servicios que ofrece el sistema, incluyendo el Metro, Metrobús, Transmetro, y otros servicios comerciales. Adicionalmente, se ha observado un aumento en la afluencia de usuarios, con un promedio diario de 527,092 viajes, lo que representa un incremento del 9% en comparación con el trimestre anterior.
Sin embargo, a pesar de estas cifras alentadoras, los gastos operativos del sistema han crecido considerablemente. De enero a septiembre, Metrorrey reportó gastos por mil 233.1 millones de pesos, que incluyen costos por servicios personales, materiales y suministros. Esta situación refleja la necesidad de un análisis más profundo sobre cómo se están administrando los recursos y si las estrategias implementadas son las adecuadas para garantizar la sostenibilidad del sistema.
Además, las aportaciones estatales han aumentado, sumando un total de mil 51 millones de pesos en los primeros nueve meses del año, lo que representa un 21% más en comparación con el mismo periodo del año anterior. A pesar de este apoyo financiero, el déficit operativo continúa siendo un problema persistente que necesita ser abordado de manera efectiva.
Proyecciones para el futuro
El director de Metrorrey, Abraham Vargas, ha señalado que el sistema está en un periodo de transición que requiere tiempo para que las nuevas rutas de Transmetro lleguen a su punto de equilibrio financiero. En declaraciones previas, Vargas había expresado su optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un equilibrio operativo en mayo de 2025. Sin embargo, a medida que se acerca esta fecha, los informes actuales indican que el déficit no muestra señales de ceder.
Las proyecciones iniciales se basaban en el crecimiento sostenido del aforo y en la mejora de la eficiencia operativa del sistema. Vargas había destacado que el crecimiento en la demanda de servicios podría ayudar a converger los ingresos con los egresos, pero la situación actual plantea dudas sobre la viabilidad de estas proyecciones.
Los retos que enfrenta Metrorrey son complejos y multifacéticos. La combinación de un creciente déficit operativo con un aumento en los costos y la necesidad de mantener un servicio eficiente para los usuarios son factores que la administración del sistema deberá considerar en su estrategia para el futuro.
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El escenario financiero de Metrorrey es una preocupación no solo para las autoridades, sino también para los usuarios del sistema de transporte, quienes dependen de un servicio seguro y eficiente. La situación actual invita a la reflexión sobre cómo se están gestionando los recursos y qué cambios son necesarios para mejorar la sostenibilidad del sistema.
La comunidad de Monterrey espera que las medidas que se tomen en el futuro sean efectivas y que se logre un equilibrio en las finanzas del transporte público. La inversión en infraestructura y la optimización de recursos son claves para asegurar que Metrorrey no solo pueda mantenerse operativo, sino que también pueda expandir sus servicios y mejorar la calidad del transporte para todos los regiomontanos.
Mientras tanto, el aumento del déficit operativo plantea interrogantes sobre la gestión del transporte público y su capacidad para adaptarse a las crecientes necesidades de una población en expansión. En un contexto donde la movilidad urbana se ha vuelto un tema prioritario, es crucial que las autoridades se comprometan a buscar soluciones efectivas que garanticen un servicio de calidad y accesible para todos.
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