El municipio de Monterrey anunció que el carril de contraflujo en Morones Prieto permanecerá en operación hasta el 31 de agosto. Esta medida, implementada como parte de una estrategia emergente de movilidad, surgió ante los cierres del carril exprés de la avenida Constitución debido a las obras del Metro. De acuerdo con autoridades locales, los primeros resultados de esta intervención han sido positivos, por lo que se decidió extender su vigencia.
Fernando Gutiérrez Moreno, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano del municipio, explicó que la prueba de esta estrategia comenzó hace poco más de dos semanas y ha demostrado ser eficaz en el manejo del tráfico. Según datos oficiales, más de 38 mil vehículos han utilizado el carril de contraflujo en la segunda semana de prueba, lo que confirma su utilidad en una etapa crítica de la movilidad urbana.
Esta acción busca mitigar el impacto de las obras de las líneas 4 y 6 del Metro en la circulación vehicular. Además, abre la puerta a posibles modificaciones permanentes en la vialidad de la ciudad, ya que existe la posibilidad de que el carril de contraflujo se convierta en un carril reversible a largo plazo, dependiendo de los resultados obtenidos en los próximos días.
Contraflujo En Morones Prieto Ante Cierre De Carriles Exprés
El carril de contraflujo ayuda a descongestionar rutas clave. La implementación de esta alternativa vial se ha convertido en una respuesta inmediata a los cierres parciales por las obras de transporte público, particularmente sobre la avenida Constitución. Estos cierres han afectado principalmente a quienes se trasladan desde Juárez, Apodaca y el norte del área metropolitana, que suelen tomar el puente Churubusco en dirección al centro de Monterrey.
Según Gutiérrez Moreno, el trayecto desde el puente Churubusco hasta Venustiano Carranza ahora puede realizarse en 15 minutos durante las horas pico de la mañana utilizando el carril de contraflujo. Mientras tanto, quienes se incorporan desde el bulevar Miguel de la Madrid hasta Venustiano Carranza tardan aproximadamente 22 minutos.
Estas cifras reflejan una mejora significativa en los tiempos de traslado, comparados con los congestionamientos habituales. Además, la capacidad del carril habilitado permite el paso de hasta mil 700 vehículos por hora, un número que se aproxima al flujo regular de los carriles Exprés antes de su cierre.
Resultados Favorables Y Aprendizaje Colectivo
Más de 38 mil autos han usado esta vía emergente. Durante la segunda semana de funcionamiento, el municipio contabilizó 38 mil 500 vehículos transitando por el carril de contraflujo. Este dato evidencia una aceptación rápida por parte de la ciudadanía, que ha adaptado sus rutas para aprovechar esta alternativa temporal. Aunque solo estará disponible hasta el 31 de agosto se están evaluando los resultados del mismo.
El secretario municipal destacó que este ajuste ha sido posible gracias al aprendizaje y disposición de los automovilistas, quienes han respondido de manera ordenada. “Esta contingencia la estamos superando, en mucho, gracias al aprendizaje de la gente que viene desde municipios vecinos”, expresó el funcionario.
Además, reconoció que el comportamiento observado abre nuevas posibilidades para el diseño futuro del sistema vial en Monterrey. Aunque la medida tiene fecha de término para el 31 de agosto, no se descarta que evolucione en un carril reversible permanente, si así lo permiten las condiciones operativas y el análisis técnico posterior.

Análisis De Futuro A Partir Del Contraflujo En Morones Prieto
El carril podría convertirse en solución a largo plazo. El titular de Desarrollo Urbano no descartó que esta estrategia sea el primer paso hacia una transformación vial más amplia. Una vez que finalicen los trabajos sobre la avenida Constitución y se reabran los carriles Exprés, el municipio evaluará si conviene mantener el contraflujo, ya no como solución de emergencia, sino como parte del diseño estructural del tránsito. Por el momento el contraflujo permanece hasta el 31 de agosto debido a la construcción del Metro.
Gutiérrez Moreno aclaró que, por ahora, se mantendrán los esquemas de operación actuales y se continuará recopilando información para un análisis detallado al final del periodo de prueba. “Tenemos que terminar estos meses de operarlo como contraflujo nada más”, precisó, al tiempo que dejó abierta la puerta para futuras adaptaciones.
El reto, según comentó, es seguir garantizando la eficiencia en la movilidad urbana durante el desarrollo de las obras del Metro, sin desatender la necesidad de alternativas a mediano y largo plazo. La colaboración entre ciudadanos y autoridades será clave para que decisiones como esta se conviertan en políticas públicas duraderas. El contraflujo durará hasta finales de agosto, pero su evaluación y eficiencia continuará evaluándose para el futuro de la ciudad.