La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha iniciado el desfogue de las presas El Cuchillo, Cerro Prieto y La Boca en el estado de Nuevo León. Esta medida preventiva busca mitigar los riesgos asociados a las lluvias intensas pronosticadas para los próximos días, liberando un volumen de agua equivalente a casi siete días de abasto para la ciudad de Monterrey.
El desfogue comenzó el miércoles a las 11:00 horas, según informó el Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua. Esta acción se llevó a cabo debido al pronóstico de precipitaciones que podrían acumular hasta 72 milímetros de lluvia diariamente en las cuencas hidrológicas de la entidad durante el resto de la semana.
Entre las presas que se están desfogando, Cerro Prieto es la que presenta el caso más urgente, con un nivel de llenado del 111.2 por ciento. A pesar de que el pasado 16 de agosto volvió a suministrar agua a la ciudad, el embalse ha alcanzado un punto crítico que requiere liberación controlada para evitar riesgos mayores. Actualmente, se está extrayendo agua a un ritmo de 31.8 metros cúbicos por segundo hacia la Laguna Madre.
La presa La Boca, aunque más pequeña, también ha superado su nivel de aguas máximas ordinarias, registrando un almacenamiento del 106.7 por ciento. Por esta razón, se está desfogando agua a un ritmo de 13 metros cúbicos por segundo hacia la presa El Cuchillo, que se encuentra más estable con un nivel de llenado del 89.4 por ciento.
En el caso de El Cuchillo, aunque su nivel de almacenamiento es menor, se ha decidido desfogar 64.1 metros cúbicos por segundo hacia la presa Marte R. Gómez en Tamaulipas, que también está cerca de alcanzar su capacidad máxima.
¿Medidas de Prevención o Reacción Exagerada?
El desfogue de las presas ha generado diversas reacciones entre la población. Mientras que algunos consideran que la medida es necesaria para prevenir posibles desbordamientos e inundaciones en las comunidades aledañas, otros critican que se esté liberando agua en un momento en que las lluvias aún no han sido tan intensas como se esperaba.
Especialistas en gestión hídrica han advertido que mantener los embalses por encima de sus niveles máximos operativos podría incrementar el riesgo de desbordamientos. Sin embargo, el hecho de que el pronóstico de lluvias aún no se haya materializado en su totalidad ha llevado a algunos a cuestionar si el desfogue es una medida preventiva adecuada o una reacción prematura que podría tener consecuencias negativas para la disponibilidad de agua en el futuro.
Criticas Hacia la Gestión de las Presas
La Conagua ha asegurado que mantendrá un monitoreo constante de las condiciones meteorológicas y del comportamiento de las presas durante los próximos días. El objetivo es ajustar los procedimientos técnicos según sea necesario para garantizar la seguridad de la población y minimizar los riesgos asociados a las lluvias.
Mientras tanto, la discusión sobre la idoneidad del desfogue sigue abierta. La comunidad se encuentra dividida entre quienes apoyan la medida preventiva y quienes consideran que la acción fue prematura, poniendo en duda la mejor estrategia para manejar los recursos hídricos en una región que ha enfrentado periodos de sequía y escasez de agua en los últimos años.
El debate en torno al desfogue de las presas en Nuevo León pone en evidencia la complejidad de la gestión de los recursos hídricos en un contexto de cambios climáticos y eventos meteorológicos impredecibles. La necesidad de encontrar un equilibrio entre la prevención de riesgos y la conservación del agua es un desafío constante para las autoridades y la comunidad.
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