Dulce María vive un momento de plenitud personal y profesional. A punto de cumplir 40 años y celebrar 35 de carrera, la actriz y cantante mexicana atraviesa una de las etapas más significativas de su vida: un nuevo embarazo que llega para transformarla. En esta etapa, Dulce reflexiona sobre la maternidad, la música y el amor propio, reafirmando que detenerse también puede ser una forma de avanzar.
En entrevista, la artista comparte cómo este proceso la ha llevado a redescubrirse, a soltar el control y a disfrutar la vida desde otra perspectiva. “Este bebé viene a completar mi familia”, afirma con serenidad, consciente de que la maternidad no solo transforma el cuerpo, sino también el alma.
Una Nueva Etapa De Vida De Dulce María
Dulce María reconoce que se encuentra en una etapa de cambios profundos. “Ahora mismo me siento llena de vida, literalmente. Estoy a punto de cumplir 40 años y 35 de carrera, con un regalo inesperado: este embarazo que me tomó por sorpresa”, confiesa.
Aunque no lo planeó, considera que la vida la llevó justo a donde debía estar. “Estoy muy feliz, aunque también sorprendida. No esperaba que esto llegara en este momento, pero todo sucede por algo”, añade la artista, quien asegura que su segundo embarazo ha sido una oportunidad para replantear prioridades y valorar el presente.
Esta nueva etapa representa para ella una pausa necesaria. Tras años de ritmo constante en la música y la actuación, Dulce María se permite ahora disfrutar del silencio, del hogar y de la conexión emocional con su familia.
Un Regalo Inesperado
El momento en que se enteró de su embarazo marcó un punto de inflexión. La cantante relata que empezó a sentirse mal durante un viaje, pero atribuyó el malestar al cansancio. “Cuando regresé a México tardé un poco en hacerme la prueba y, cuando la hice, salió positiva”, recuerda.
Aquel día había ido a grabar una canción muy especial para ella. Después de horas de trabajo, comenzó a sentir debilidad y decidió escuchar a su cuerpo. “Fue una sorpresa muy linda. A veces la vida te da pausas que son regalos disfrazados”, cuenta.
Ese gesto de detenerse, dice, fue el primer acto de amor hacia sí misma y hacia la nueva vida que crece en su interior.
Por fin se los podemos compartir !!!! Literal estamos en la Dulce espera por segunda vez 🥹🥹🥹🫣🫣🫣❤️❤️❤️ gracias por todos sus mensajes hermosos!! @MarieClaire_LA pic.twitter.com/Lhv4xuHZOl
— Dulce Maria (@DulceMaria) October 28, 2025
Replantear La Carrera Y El Ritmo
La intérprete de “Inevitable” y “Ya no” admite que había planeado cerrar ciclos a los 40 años y concentrarse en nuevos proyectos musicales. Sin embargo, la llegada del bebé cambió por completo su enfoque.
“Mi vida dio un giro total. Acababa de lanzar ‘Jaula de Oro’, había grabado un video y estaba produciendo nuevas canciones; de repente tuve que pausar todo. Mi prioridad absoluta ahora es este embarazo y mi familia”, explica.
Para Dulce María, aprender a soltar el control ha sido un proceso difícil pero liberador. “Es una enseñanza constante. Antes pensaba que detenerme era retroceder, ahora entiendo que también es avanzar desde otro lugar”, reflexiona.
La Música Como Terapia Y Libertad Para Dulce María
Pese a la pausa temporal, la música sigue siendo parte de su proceso emocional. En su nuevo ciclo artístico, Dulce busca mostrar su vulnerabilidad y compartir experiencias personales con sus seguidores.
“Mientras más creces, más compartes de ti misma. Eso es liberador, aunque también te vuelve vulnerable”, expresa. Su nuevo tema, ‘Gracias’, es un ejemplo claro: una canción que invita a agradecer incluso el dolor. “Trata de agradecer a quienes te hicieron daño, porque te hicieron más fuerte”, señala.
El mensaje central es que el amor propio también se construye desde las cicatrices. No se trata solo de amor romántico, sino de reconocer que cada persona y cada experiencia dejan una enseñanza valiosa.
“Jaula De Oro”: Romper Los Límites Propios
Uno de los temas más profundos de su reciente repertorio es ‘Jaula de Oro’, una metáfora sobre las barreras invisibles que las personas crean a su alrededor. “Habla de esas limitaciones que una misma se impone. Son jaulas cómodas, pero que impiden ser libres”, explica.
La cantante cree que la llave de esa jaula siempre está dentro de uno mismo. “Abrirla requiere valentía. Es liberador, aunque muchas veces da miedo salir de lo conocido”, comenta.
Este mensaje se conecta con su momento actual: la libertad de aceptar el cambio, de dejarse guiar por la vida y de abrazar las etapas con gratitud.
La Prioridad: La Familia
Hoy, Dulce María tiene claro que su prioridad es su familia y su bienestar. “Es un momento de mucho cuidado, de energía enfocada en lo más importante”, dice. Aunque continúa desarrollando proyectos musicales, reconoce que la maternidad le ha enseñado a equilibrar sus roles.
“Quiero seguir creando y produciendo, pero ahora mi prioridad es la vida que estamos gestando”, afirma.
La artista subraya que ser madre no significa dejar atrás sus sueños, sino redefinirlos. “No es una renuncia, es un reacomodo. Estoy aprendiendo a fluir, a confiar y a disfrutar cada etapa sin presionarme.”
Amor Propio: El Aprendizaje Más Grande
Para Dulce, el amor propio ha sido la clave para sobrellevar este proceso. El gesto más sincero que se ha permitido últimamente, dice, es detenerse.
“Mi cuerpo me pedía descanso, y aunque es difícil para alguien que siempre está en movimiento, tuve que escucharme. Hidratarme, comer bien, dormir, estar tranquila y dejar de presionarme. Estoy creando vida, y eso requiere entrega y cuidado absoluto.”
En esta etapa, Dulce María reafirma que cuidarse no es egoísmo, sino una necesidad. “El amor propio también es paciencia, respeto por tu propio proceso y gratitud por lo que eres hoy.”
Un Cierre Que Es Un Nuevo Comienzo
A lo largo de su carrera, Dulce María ha demostrado ser una mujer multifacética: cantante, actriz, compositora y escritora. Pero en este momento, se asume principalmente como mujer y madre.
“Este bebé viene a completar mi familia. Estoy en un punto donde la vida me está enseñando a disfrutar lo simple y lo esencial”, asegura.
Su mensaje final es claro: la felicidad no siempre está en lo que se logra, sino en aprender a detenerse, a soltar y a confiar en los tiempos de la vida.
Dulce María continúa siendo una figura inspiradora que demuestra que la vulnerabilidad puede ser también una forma de fortaleza, y que la maternidad no detiene los sueños, sino que les da un nuevo sentido.








