En una jugada que raya en lo surrealista, Samuel García y Movimiento Ciudadano proponen a Rodolfo México Villarreal Ritchie, protagonista del mega fraude del “Tinacogate”, como el próximo Fiscal Anticorrupción de Nuevo León. La ironía salta a la vista: ¿cómo alguien vinculado a un turbio caso de corrupción puede ahora postularse como el guardián de la integridad y la transparencia?
De Robo de Tinacos a Fiscal Anticorrupción
Rodolfo México Villarreal Ritchie se hizo famoso por su participación en el desvío de tinacos destinados a escuelas públicas durante la crisis de sequía. Junto a su novia, Nayeli del Rocío Ley Camacho, intentaron apropiarse políticamente de estos recursos, pero ahora, en una vuelta de tuerca increíble, aspira a liderar la lucha contra la corrupción. Es difícil no ver esta nominación como un insulto a la inteligencia de la ciudadanía.
Aunque la denuncia por el “Tinacogate” se presentó hace siete meses, las investigaciones avanzan con la velocidad de un caracol. La reciente suspensión de tres funcionarios públicos, incluida Nayeli del Rocío Ley Camacho, llega tarde y plantea dudas sobre la sinceridad del gobierno de Samuel García en abordar este vergonzoso episodio. ¿Por qué tanto tiempo para tomar medidas?
Nuevo León Tiene Memoria y Exige Justicia
La población no olvida el Tinacogate, y mucho menos está dispuesta a aceptar que uno de sus protagonistas se erija como el próximo Fiscal Anticorrupción. La propuesta de Samuel García y Movimiento Ciudadano parece más un desafío a la memoria ciudadana que una decisión seria y reflexiva. ¿Están subestimando la capacidad de la gente para recordar los escándalos de corrupción?
En conclusión, la nominación de Rodolfo México Villarreal Ritchie como aspirante a Fiscal Anticorrupción representa un capítulo absurdo en la historia política del Estado. La ciudadanía merece respuestas, transparencia y justicia, y no está dispuesta a permitir que los protagonistas de escándalos de corrupción ocupen cargos clave en la lucha contra la misma. Es hora de que los ciudadanos exijan cuentas y se aseguren de que la integridad no sea sacrificada en el altar de la conveniencia política.
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