El Festival de la Cerveza Monterrey 2025 se perfila como uno de los eventos más esperados del año en la ciudad. Con más de 70 cervecerías, música en vivo, food trucks y coctelería, el festival promete ser un escaparate de lo mejor de la cerveza artesanal en Monterrey. Pero más allá del entusiasmo y la parafernalia, surge una pregunta válida para muchos: ¿realmente vale la pena asistir?
Experiencia Cervecera con Sabor a Rutina
Desde hace más de una década, el Festival de la Cerveza en Monterrey ha mantenido una fórmula que, aunque exitosa, empieza a sentirse repetitiva. Cada edición presume de su oferta cervecera artesanal, sus escenarios con talento nacional y local, y la inclusión de experiencias gastronómicas variadas. Sin embargo, quienes han asistido por años notan que el evento comienza a girar sobre su propio eje sin aportar mucho más allá de lo ya conocido.
Claro, probar nuevas etiquetas y estilos de cerveza sigue siendo un deleite para los fanáticos, pero ¿qué tanto se arriesga la organización por innovar en la experiencia? La inclusión de coctelería con cerveza suena atractiva, pero es más una estrategia de marketing que una revolución del formato. A veces pareciera que el evento se apoya más en la costumbre que en una propuesta fresca.
Boletos Más Caros, Valor Agregado Dudoso
Uno de los temas más comentados en redes es el precio de los boletos. La preventa general parte de los $299 pesos, mientras que los accesos VIP alcanzan los $1,890 por día. A cambio, los asistentes reciben un vaso conmemorativo y acceso a ciertos beneficios que, en algunos casos, no parecen justificar el costo.
La segmentación de precios puede entenderse desde una lógica de mercado, pero también abre la puerta a una reflexión sobre la exclusividad disfrazada de experiencia premium. ¿Realmente se necesita un acceso VIP para disfrutar de una buena cerveza y un concierto al aire libre? ¿O es más bien una forma de elevar los precios sin ofrecer una diferencia sustancial?
Line up Atractivo en el Festival de la Cerveza
Otro de los ganchos principales del festival es su line up musical. Para esta edición se presentarán Los Daniels, Los Cadetes de Linares, Sussie 4, ZRDK y más. Una mezcla interesante, sin duda, que combina nostalgia, rock y electrónica. Sin embargo, tampoco hay un acto que haga explotar las expectativas.
En un evento de esta magnitud, uno esperaría al menos una banda o artista sorpresa que realmente motive a comprar boletos. El cartel, aunque sólido, cumple más con lo esperado que con lo emocionante. Y eso, para un festival que presume su crecimiento, resulta una oportunidad perdida.
¿Un Espacio para la Cultura Cervecera?
El gran valor del Festival de la Cerveza debería ser la difusión de la cultura cervecera, pero cada vez más parece inclinarse hacia el entretenimiento y la venta masiva. Las catas y maridajes siguen presentes, pero relegadas a quienes pagan más o logran apartar un lugar con antelación.
Esto deja fuera a muchos curiosos que podrían engancharse con el mundo de la cerveza artesanal mexicana, si el enfoque educativo estuviera mejor distribuido. La oportunidad de transformar a los asistentes en verdaderos entusiastas queda, una vez más, a medias.
El Reto de Reinventarse
No se puede negar que el Festival de la Cerveza en Monterrey es un éxito de convocatoria. Atrae a miles de personas cada año y genera una importante derrama económica para productores, proveedores y la ciudad. Sin embargo, el evento corre el riesgo de acomodarse en su propia fama.
Si quiere mantener su relevancia en los próximos años, deberá asumir el reto de reinventarse, de dejar de ser una fiesta predecible y convertirse en un verdadero epicentro de innovación cervecera. Darle espacio real a nuevas propuestas, abrir la conversación sobre consumo responsable, sostenibilidad, y elevar la experiencia más allá de la música y la cheve.