El Gobierno federal anunció el despliegue de más de 10 mil soldados como parte del “Plan Michoacán por la Justicia y la Paz”. La estrategia busca sellar el estado y frenar el movimiento de grupos criminales que operan en distintas regiones de Michoacán. Con ello, se pretende reforzar la presencia militar en zonas donde el crimen organizado mantiene influencia.
El Plan Incluye Una Estrategia Regionalizada
Durante la presentación del plan en Palacio Nacional, el General Trevilla explicó que las unidades del Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional tendrán funciones diferenciadas según las condiciones de cada zona.
Cada destacamento trabajará bajo una estrategia regionalizada. En algunas áreas se enfocarán en combatir la extorsión; en otras, en generar órdenes de investigación y aprehensión, o en destruir laboratorios y plantíos de drogas sintéticas. También se pretende aplicar un plan antibloqueo para evitar que los grupos delictivos paralicen carreteras o municipios.
Trevilla subrayó que el objetivo principal del despliegue es reducir los niveles de violencia en Michoacán y recuperar el control territorial. Sin embargo, no aclaró si existirá una coordinación directa entre las distintas unidades militares que participarán en la operación.
La Secretaría de la Defensa Nacional destacó que las operaciones se centrarán en impedir el desplazamiento de grupos delictivos dentro y fuera del estado, lo que permitirá reducir los enfrentamientos entre organizaciones criminales.

El Plan Michoacán Busca Reforzar Fronteras Y Regiones Productivas
Como parte del “Plan Michoacán por la Justicia y la Paz”, también se implementará una operación de contención fronteriza. Esta incluirá el despliegue de 4 mil 140 elementos adicionales que trabajarán en coordinación con los estados de Colima, Jalisco, Querétaro, Guanajuato, Estado de México y Guerrero.
La finalidad es sellar las rutas utilizadas por los grupos delictivos para el traslado de armas, drogas o dinero. Este refuerzo fronterizo busca también disminuir los conflictos entre organizaciones criminales que operan en las zonas limítrofes.
En las regiones productoras de limón y aguacate, consideradas puntos críticos de extorsión, se destinarán 860 y 820 elementos, respectivamente. Estas zonas son de alto interés económico y estratégico, por lo que la presencia militar pretende garantizar la seguridad de productores y trabajadores.
De acuerdo con las autoridades, se busca estabilizar las regiones más golpeadas por la violencia y las amenazas del crimen organizado. Con el incremento de tropas, el gobierno federal espera disuadir los ataques y asegurar el libre tránsito en las carreteras michoacanas.
Militares Tendrán Tareas Diferenciadas Por Zona
El General Ricardo Trevilla explicó que cada unidad desplegada cumplirá tareas específicas según el tipo de operación y la presencia criminal en la zona. Algunas se enfocarán en labores de inteligencia y coordinación con autoridades judiciales, mientras otras realizarán operativos directos contra células criminales.
Una parte del contingente participará en acciones contra la extorsión y el cobro de piso, uno de los principales delitos que afectan a comerciantes y productores agrícolas. Otras unidades se encargarán de la destrucción de laboratorios clandestinos y plantíos de enervantes, así como del aseguramiento de drogas sintéticas.
La Sedena adelantó que la estrategia contempla la vigilancia aérea y terrestre mediante drones, aeronaves de reconocimiento y patrullajes constantes. Sin embargo, aún no se ha precisado el número de bases operativas que se instalarán en el territorio michoacano.
El despliegue militar en Michoacán también incluye un componente de inteligencia para detectar posibles redes de corrupción local o nexos entre funcionarios y grupos criminales. Estas acciones, según Trevilla, permitirán un control más efectivo de los territorios en conflicto.

Plan Michoacán Busca Recuperar La Paz En El Estado
Con este plan, el Gobierno federal pretende reforzar la seguridad en Michoacán y restablecer el orden en las regiones más afectadas por la violencia. La llegada de 10 mil 506 soldados representa uno de los mayores despliegues militares de los últimos años en el estado.
Las Fuerzas Armadas esperan que la presencia de nuevos elementos permita reducir los niveles de extorsión, secuestro y narcotráfico. No obstante, expertos han señalado que la falta de claridad en la coordinación entre dependencias podría dificultar los resultados a mediano plazo.
En los municipios productores de aguacate y limón, los operativos se consideran prioritarios por su relevancia económica. Se busca proteger las cadenas productivas y asegurar que los ingresos de los agricultores no sean afectados por la intervención de grupos delictivos.








