Las calles de Monterrey comienzan a llenarse nuevamente de fe y tradición con la llegada de las peregrinaciones rumbo a la Basílica de Guadalupe. Desde mediados de octubre, los devotos se han organizado para caminar hacia el templo ubicado en la colonia Independencia, mientras las autoridades informan los horarios y rutas programadas antes del 12 de diciembre.
Peregrinaciones Con Salidas Durante Todo El Día
De acuerdo con el municipio de Monterrey, cientos de personas se han concentrado desde temprano en distintos puntos para iniciar las peregrinaciones hacia la Basílica de Guadalupe. Los grupos más numerosos suelen reunirse en la Alameda Mariano Escobedo y en la Iglesia San Felipe, donde se han establecido horarios escalonados para evitar aglomeraciones.
Las salidas registradas se dieron a las 8:30, 9:30 y 10:15 de la mañana, así como al mediodía y a la 1:00 de la tarde. Desde la Iglesia San Felipe partieron otros contingentes a las 9:00, 10:00 y 10:30 horas. Estos recorridos reúnen a decenas de devotos que caminan con estandartes, flores y arreglos religiosos.
Las peregrinaciones continúan incrementándose conforme se acerca el 12 de diciembre, fecha en que miles de devotos conmemoran a la Virgen de Guadalupe. En cada salida, las danzas y los cantos marcan el inicio de los recorridos por las principales avenidas de Monterrey, donde se observan trajes coloridos, penachos y música de tambores que acompañan el paso de los fieles.

Una Tradición Que Se Mantiene Viva
Las peregrinaciones representan una de las expresiones más profundas de fe entre los habitantes de Monterrey. Desde el 12 de octubre, cientos de grupos religiosos, asociaciones y familias se han sumado a las caminatas hacia la Basílica de Guadalupe.
El fervor guadalupano se manifiesta en cada paso de los devotos. Algunos asisten para agradecer favores, mientras que otros lo hacen como parte de una promesa personal. Durante los recorridos, se observan escenas de oración, cánticos y ofrendas que acompañan a los peregrinos hasta su llegada al templo.
A pesar del incremento en la cantidad de participantes, las autoridades han logrado mantener el orden con el apoyo de distintas corporaciones. Monterrey refuerza así su compromiso con la preservación de las tradiciones que caracterizan las fiestas guadalupanas, donde la fe y la cultura se unen para dar vida a una de las celebraciones más importantes del año.
El Camino Hacia La Basílica De Guadalupe
El recorrido de las peregrinaciones culmina en la Basílica de Guadalupe, donde los devotos asisten a misa o depositan ofrendas florales en honor a la Virgen. Las calles cercanas al templo se convierten en un punto de encuentro familiar, donde el ambiente festivo se mezcla con la solemnidad de la celebración.
En total se han registrado más de 270 peregrinaciones. La mayoría de ellas parten desde distintas colonias del área metropolitana y recorren tramos que varían entre una y dos horas de caminata.
Conforme se acerca el 12 de diciembre, se espera que la cifra de grupos registrados aumente. Muchos contingentes se inscriben directamente en sus parroquias, mientras que otros prefieren sumarse de manera espontánea. El resultado es una ciudad llena de movimiento, música y color, en la que los devotos expresan su fe de distintas maneras.

Peregrinaciones, Fe Y Cultura En Monterrey
Las peregrinaciones rumbo a la Basílica de Guadalupe son más que un acto religioso: representan una manifestación cultural y social profundamente arraigada en Monterrey. Cada año, miles de devotos de todas las edades participan en las caminatas que anteceden al 12 de diciembre, día en que la ciudad se detiene para rendir homenaje a la Virgen.
Los preparativos comienzan semanas antes. Las parroquias organizan sus horarios y convocan a los fieles a participar con vestimenta tradicional, arreglos florales y música. El resultado es una celebración colectiva donde la fe se convierte en símbolo de identidad para Monterrey.
Para muchos devotos, llegar a la Basílica de Guadalupe no solo es cumplir con una promesa, sino también un momento de reflexión y agradecimiento. Las peregrinaciones refuerzan los lazos comunitarios y mantienen viva una costumbre que, con el paso de los años, sigue siendo motivo de orgullo para la ciudad y sus habitantes.








