La construcción de la Línea 5 del Metro de Monterrey ha generado controversia luego de que el gobierno de Nuevo León confirmara un cambio en su modalidad. En lugar de ser elevada, como inicialmente se había anunciado, la nueva línea irá a nivel por la Avenida Eugenio Garza Sada. Esta decisión ha generado dudas y críticas sobre la transparencia del proceso de consulta con los vecinos y el futuro del proyecto.
Cambio de Modalidad del Metro: de Elevado a Nivel
El Secretario de Movilidad y Planeación Urbana, Hernán Villarreal, confirmó recientemente que la Línea 5 del Metro será construida sobre la superficie, descartando la opción elevada que se había planteado al inicio del proyecto. La nueva ruta seguirá el trazado de la Avenida Eugenio Garza Sada, en el sur de la ciudad, una decisión que, según el funcionario, se tomó tras realizar foros con los vecinos para considerar sus opiniones.
Sin embargo, el cambio de modalidad ha dejado dudas sobre la efectividad de estas consultas ciudadanas. Muchos vecinos participaron en los foros con la expectativa de que sus opiniones serían escuchadas y tomadas en cuenta para la toma de decisiones. El giro en los planes ha llevado a algunos a cuestionar si se trató realmente de un proceso de participación o si la decisión ya estaba tomada y los foros solo fueron una formalidad.
Falta de Claridad en el Proyecto del Metro
Desde que en junio de 2023 se dio el banderazo a los estudios para la construcción de la Línea 5, el proyecto ha enfrentado constantes ajustes. Inicialmente, se planteó la posibilidad de que fuera un metro híbrido, es decir, con tramos a nivel y algunas estaciones elevadas. Sin embargo, ahora se ha optado por una ruta completamente a nivel, lo que deja interrogantes sobre la capacidad de la nueva línea para cumplir con las demandas de movilidad en una zona tan congestionada como Garza Sada.
Además, el proyecto no cuenta con todos los detalles definidos. Villarreal anunció que será en noviembre cuando se presenten los detalles finales, pero mientras tanto, la falta de claridad sigue preocupando a los ciudadanos. La posibilidad de que el trazado no sea lo suficientemente eficaz para aliviar el tráfico y las dudas sobre el presupuesto asignado son aspectos que generan escepticismo.
Apoyo a otras Líneas de Metro Depende del Presupuesto
Otro punto que genera controversia es el destino de los recursos. El Secretario de Movilidad aclaró que los fondos destinados a la Línea 5 no se redirigirán a otros proyectos, como la extensión del metro a los municipios de Guadalupe y Juárez. No obstante, también dejó claro que cualquier apoyo para estas ampliaciones dependerá de que el Congreso apruebe el presupuesto necesario para proyectos de movilidad.
Los alcaldes de Juárez, Félix Arratia, y de Guadalupe, Héctor García, han solicitado formalmente la ampliación de la Línea 1 para que llegue a sus municipios, pero el gobierno estatal ha señalado que esto solo será posible si se garantizan los recursos. La falta de un compromiso firme ha generado preocupación, pues los municipios del área metropolitana enfrentan serios problemas de movilidad que requieren soluciones urgentes.
¿Improvisación o Planificación?
El cambio en la modalidad de la Línea 5 y la falta de claridad sobre el futuro de otros proyectos de metro han llevado a muchos a cuestionar si el gobierno está improvisando sobre la marcha. Aunque se han realizado consultas con los vecinos, la percepción de que sus opiniones no han sido consideradas en la decisión final ha debilitado la confianza en el proceso.
La decisión de llevar el metro a nivel, en lugar de optar por una opción elevada, puede tener implicaciones significativas para la movilidad en Monterrey. Si bien el gobierno sostiene que esta alternativa fue elegida para atender las preocupaciones de los residentes, algunos expertos en movilidad urbana han señalado que podría no ser suficiente para resolver los problemas de congestión en una arteria tan transitada como la Avenida Garza Sada.
El anuncio de que la Línea 5 del Metro de Monterrey será construida a nivel ha generado más preguntas que respuestas. La falta de claridad en los planes, el aparente cambio en la dirección del proyecto y la dependencia de un presupuesto incierto para futuras ampliaciones han provocado escepticismo entre los ciudadanos. Queda por ver si este cambio de modalidad será capaz de satisfacer las necesidades de movilidad en el sur de Monterrey o si será otra promesa incumplida en materia de transporte público.
Array