El legado de Mauricio Fernández cruzó fronteras. Su pasión por la cultura, el arte y la preservación del patrimonio lo llevó a ser reconocido de manera póstuma como hijo adoptivo de Almagro, una distinción que refleja el profundo vínculo que mantuvo con España y, en especial, con la ciudad manchega. El Ayuntamiento de Almagro aprobó por unanimidad el nombramiento durante una emotiva ceremonia en la que autoridades locales y figuras del ámbito académico resaltaron la huella que dejó el sampetrino tanto en su país como en Castilla-La Mancha.
Es Hijo Adoptivo De Almagro Por Su Aporte A La Cultura
El reconocimiento como hijo adoptivo de Almagro fue concedido por el Pleno del Ayuntamiento en una sesión especial celebrada a las 12:00 horas, tiempo de España, donde se destacó la labor de Mauricio Fernández en la promoción de la cultura y la conservación del patrimonio histórico.
El alcalde de Almagro, Francisco Ureña, dedicó unas palabras de homenaje al también exalcalde de San Pedro Garza García, subrayando su entrega y su amor por las manifestaciones artísticas. “En tiempos donde el cuidado del patrimonio y el amor por la cultura no siempre encuentran ejemplo, Mauricio ha sido un gran baluarte”, expresó Ureña durante su mensaje.

Asimismo, el edil resaltó que la decisión fue tomada por unanimidad, lo que refleja la admiración y respeto hacia la figura del mexicano. “Para nosotros es un honor haberle nombrado Hijo Adoptivo y una gran satisfacción que él conociera esta decisión antes de fallecer”, añadió.
Restauración Del Palacio De Torremejía
La designación de hijo adoptivo de Almagro se otorgó en gran medida por su participación en la restauración del Palacio de los Marqueses de Torremejía, un inmueble histórico que fue inaugurado en 2023 después de cuatro años de trabajos. La intervención fue reconocida como una de las más importantes en la región de Castilla-La Mancha, al rescatar un espacio emblemático del siglo XVII que hoy luce renovado y abierto al público.
Durante la ceremonia, se recordó que Fernández no solo financió y supervisó parte de los trabajos, sino que además impulsó su difusión como un ejemplo de preservación cultural. La restauración permitió recuperar un edificio de gran valor arquitectónico, que ahora sirve como punto de encuentro para actividades culturales, exposiciones y foros dedicados al arte.

Un Legado Cultural Que Trasciende Fronteras
En representación del ámbito académico, el exrector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Luis Arroyo Zapatero, ofreció un discurso emotivo en memoria de Fernández. En su intervención, destacó tanto los méritos personales como los sociales del empresario y filántropo. “Solo por guardar tan celosa como generosamente el artesanado de nuestra universidad en ese nuevo museo de La Milarca en San Pedro Garza García, merece Mauricio Fernández que esta ciudad le otorgue el galardón más preciado”, expresó.
Arroyo Zapatero enfatizó que Fernández proyectó sus pasiones por la cultura a ambos lados del Atlántico, logrando unir espacios y proyectos que fortalecen la identidad artística. “Más aún por haber adquirido y restaurado uno de los palacios más hermosos de esta ciudad”, añadió.
Este homenaje se suma a los múltiples reconocimientos que el sampetrino recibió en vida por su impulso a la cultura y su dedicación a preservar el arte universal. Su legado continúa vigente a través del Museo La Milarca, un espacio que materializa su visión de proteger la belleza del mundo y acercarla a las nuevas generaciones.
Celebran La Vida Y Obra De Ahora Hijo Adoptivo De Almagro
El reconocimiento como hijo adoptivo de Almagro se convirtió en un acto simbólico de amistad entre México y España, pero sobre todo, en una celebración de la vida de un hombre que dedicó su existencia a fomentar la cultura. Mauricio Fernández fue recordado por su amor al arte, su visión internacional y su compromiso con la preservación de la historia.
Las autoridades locales expresaron que su legado servirá como inspiración para futuras generaciones de gestores culturales. “Este título no solo honra a un ciudadano ejemplar, sino a un amigo de nuestra tierra”, declaró el alcalde Ureña durante la clausura del evento.
En Castilla-La Mancha, la figura de Fernández permanecerá ligada a la recuperación del patrimonio y al fortalecimiento de los lazos culturales entre ambas naciones. Su nombre quedará inscrito en la memoria de Almagro como un símbolo de trabajo, visión y generosidad.
