El Gobierno de Monterrey reactivó el programa Barrio de mi Corazón, una iniciativa emblemática que busca recobrar la identidad y el sentido de pertenencia en las colonias más vulnerables del municipio. El alcalde Adrián de la Garza y su esposa, la presidenta del DIF Monterrey, Gaby Oyervides, encabezaron el relanzamiento de este proyecto en la colonia Topo Chico, donde cientos de familias participaron en una jornada llena de actividades culturales, recreativas y sociales.
Este programa, impulsado por la Secretaría de Participación Ciudadana, tiene como meta principal la integración y reestructuración social, logrando que los vecinos se apropien nuevamente de sus espacios y fortalezcan los lazos comunitarios que dan vida a la ciudad.
Un Esfuerzo De Todas Las Dependencias Municipales
Uno de los pilares de Barrio de mi Corazón es la colaboración interinstitucional. Todas las dependencias del Gobierno de Monterrey trabajan de manera conjunta para acercar sus servicios a las colonias seleccionadas.
Durante el arranque en Topo Chico, se instalaron módulos de servicios médicos, bienestar animal, asesoría jurídica, bolsa de empleo, donación de árboles, talleres productivos y atención especializada para mujeres. Esta coordinación permite que los habitantes tengan acceso directo a programas municipales que, en muchos casos, desconocían.
Además, se realizaron actividades recreativas como torneos de fútbol, juegos tradicionales, manualidades y bici-escuela, junto con un espacio dedicado al arte urbano y la cultura popular. La jornada estuvo amenizada por las intérpretes Lucy y Leída Leos, originarias de la colonia, quienes pusieron el toque musical y emotivo al evento.
Topo Chico: Punto De Partida Para La Integración
La elección de la colonia Topo Chico no fue casualidad. Se trata de una de las zonas con mayor historia y arraigo en Monterrey, pero también con retos sociales y económicos significativos. En este contexto, Barrio de mi Corazón representa una oportunidad para revitalizar la comunidad, rehabilitar espacios públicos y fomentar el orgullo por el lugar donde se vive.
El alcalde Adrián de la Garza destacó que este tipo de programas permiten mejorar la calidad de vida de los regiomontanos, especialmente en sectores donde la infraestructura o el acceso a servicios han sido limitados. Al trabajar de la mano con los vecinos, el municipio logra identificar sus necesidades reales y darles seguimiento de forma directa.
Porque el corazón de Monterrey late en sus barrios, reactivamos Barrio de mi Corazón en la colonia Topo Chico. ♥️ pic.twitter.com/D6whaTGiTA
— Gobierno Monterrey (@mtygob) October 17, 2025
Un Modelo De Participación Ciudadana
El enfoque de Barrio de mi Corazón se basa en la participación activa de los vecinos. Antes de realizar las jornadas, se lleva a cabo una marcha exploratoria donde personal municipal y habitantes recorren las calles para detectar problemáticas como alumbrado deficiente, baches, espacios abandonados o inseguridad.
Durante este proceso, se abren canales de comunicación directa con los ciudadanos para que expresen sus inquietudes y propongan soluciones. Este modelo fomenta la corresponsabilidad social y genera un sentimiento de unidad que trasciende la intervención puntual del programa.
Posteriormente, el proyecto culmina con una macro-brigada en la que convergen los servicios municipales, actividades culturales y acciones de convivencia vecinal. El cierre de cada edición incluye la pintura de un mural comunitario, que simboliza la renovación del barrio y el compromiso colectivo de mantenerlo vivo.
Cultura, Salud Y Comunidad En Barrio De Mi Corazón
La nueva edición de Barrio de mi Corazón apostó por un enfoque integral que combina cultura, salud y convivencia. Durante la jornada en Topo Chico, se ofrecieron consultas de médico general, dentista y podología, además de programas de atención a la mujer y bienestar animal.
También se realizaron actividades de pinta caritas, juegos inflables, set de fotografías familiares y torneos deportivos, buscando que niños, jóvenes y adultos convivieran en un ambiente de armonía. La participación de las familias fue clave, ya que el objetivo es que cada integrante del hogar se sienta parte del cambio positivo que se impulsa desde su entorno.
Resultados Que Dejan Huella En La Comunidad
Desde su creación, Barrio de mi Corazón ha mostrado resultados tangibles en las colonias donde se implementa. Vecinos de distintos sectores han destacado la mejora en la limpieza urbana, el mantenimiento de áreas verdes y el rescate de espacios públicos que antes estaban en el abandono.
Pero más allá de las obras materiales, el verdadero impacto está en el tejido social. Al promover el trabajo conjunto entre autoridades y ciudadanos, el programa fortalece el sentido de pertenencia y estimula la participación comunitaria, factores esenciales para consolidar una ciudad más segura y solidaria.
El Gobierno de Monterrey ha señalado que continuará replicando esta iniciativa en más colonias durante los próximos meses, adaptando las actividades según las necesidades de cada zona. La meta es que todos los regiomontanos puedan disfrutar de un entorno digno, ordenado y con oportunidades de desarrollo.
Un Compromiso Con El Futuro De Monterrey
El relanzamiento de Barrio de mi Corazón simboliza la continuidad de una política pública que ha trascendido administraciones. Bajo la visión del alcalde Adrián de la Garza, se refuerza la idea de que la transformación de Monterrey comienza en sus barrios.
Este programa no solo rehabilita calles y plazas, sino que también reconstruye el espíritu colectivo que caracteriza a los regiomontanos. Con el trabajo coordinado de todas las dependencias municipales, se busca que cada barrio sea un espacio donde la gente se sienta orgullosa de vivir, crecer y contribuir al bienestar común.
La suma de esfuerzos entre gobierno y ciudadanía demuestra que la recuperación del tejido social es posible cuando existe voluntad, organización y empatía.
Un Corazón Que Late En Cada Barrio
El regreso de Barrio de mi Corazón reafirma el compromiso del Gobierno de Monterrey con las colonias que más lo necesitan. En su nueva etapa, el programa busca consolidarse como un modelo de intervención comunitaria que inspira colaboración, solidaridad y esperanza.
Cada jornada representa un paso hacia una ciudad más humana y participativa, donde los vecinos recuperan el valor de convivir, compartir y cuidar juntos lo que les pertenece.