La Plaza La Purísima, ubicada en el corazón de Nuevo León, fue recientemente rehabilitada de manera integral por el Gobierno de Monterrey. Tras años de deterioro por la falta de mantenimiento y los efectos de la sequía, el espacio público vuelve a ser un punto de referencia para los ciudadanos, ahora con una imagen completamente renovada y nuevas áreas de convivencia.
El alcalde Adrián de la Garza supervisó personalmente los trabajos de rehabilitación realizados por la Secretaría de Servicios Públicos, destacando la importancia de recuperar espacios emblemáticos que forman parte de la identidad urbana de la ciudad.
Recuperan La Plaza de La Purísima
Durante muchos años, la Plaza La Purísima fungió como un pulmón natural y un sitio de reunión para quienes viven o transitan por el primer cuadro de Monterrey. Sin embargo, el abandono acumulado, la sequía prolongada y la falta de atención contribuyeron a su deterioro. Árboles secos, bancas rotas, luminarias dañadas y áreas verdes descuidadas marcaron una etapa oscura para este espacio.
Hoy, con la rehabilitación total impulsada por el municipio, la plaza vuelve a cobrar vida. De acuerdo con el alcalde, los trabajos realizados incluyen la remoción de árboles muertos, la siembra de nuevas especies, la reparación de jardineras, la renovación del alumbrado público, y la colocación de señalética y nomenclaturas modernas.
El proyecto también contempló la recuperación de elementos emblemáticos como la fuente central y los bebederos, que ya se encuentran en funcionamiento. Esta transformación se enmarca dentro de una estrategia más amplia de rescate de espacios públicos, donde se prioriza la accesibilidad, la seguridad y el bienestar ciudadano.
Reforestación urbana y mantenimiento sostenible
Uno de los ejes centrales del proyecto fue el fortalecimiento de las áreas verdes. De acuerdo con Mayela Quiroga, titular de Servicios Públicos, se retiraron 47 árboles secos y se sembraron más de 4,700 plantas, incluyendo especies nativas y palmeras, con el objetivo de garantizar un entorno más resistente al cambio climático.
Además, se implementó un sistema de riego eficiente, diseñado para mantener en buen estado la vegetación sin desperdiciar agua. Este tipo de soluciones son cada vez más necesarias en contextos urbanos como Monterrey, donde los periodos de sequía son cada vez más frecuentes y prolongados.
“Renovamos todas las áreas verdes. Los árboles que estaban secos fueron reemplazados por nuevos ejemplares a los que les daremos el mantenimiento correspondiente”, explicó Adrián de la Garza durante el recorrido de supervisión. “El objetivo es lograr que cada espacio de Monterrey sea limpio, seguro y agradable”, añadió.
La recuperación de espacios verdes también tiene un impacto positivo en la salud emocional y física de las personas. Espacios como la Plaza La Purísima permiten caminar con sombra natural, sentarse a descansar, convivir en familia o simplemente disfrutar del entorno, lo cual contribuye a mejorar la calidad de vida.
🌿 Tras años de abandono, la Plaza La Purísima fue rehabilitada: nuevas áreas verdes, 4,700 plantas, luminarias y bancas renovadas 🌳 El gobierno de Monterrey busca recuperar espacios públicos emblemáticos.
— Informe Regio (@InformeRegioNL) June 25, 2025
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Plaza La Purísima Como Patrimonio Urbano
La Plaza La Purísima no solo es un espacio verde, sino también un punto de encuentro tradicional en Monterrey. Durante años fue escenario de paseos, encuentros sociales, consumo de antojitos típicos —como elotes o troles en vaso— y también de actividades culturales informales. La falta de mantenimiento redujo significativamente su uso comunitario, pero con esta rehabilitación se espera que retome su vocación original.
Ahora, la plaza se proyecta como un “selfie point”, un sitio atractivo para la fotografía urbana y las reuniones sociales. Las mejoras estéticas y funcionales han despertado el interés de quienes desean utilizar el lugar para sesiones fotográficas, eventos familiares y actividades recreativas.
Este tipo de intervenciones tienen un doble efecto: rescatan el patrimonio urbano y fomentan el sentido de pertenencia entre los habitantes. En una ciudad con grandes retos en materia de movilidad, seguridad y espacio público, cada plaza o parque recuperado representa un avance hacia un entorno más humano y funcional.
Compromiso de Monterrey con la Regeneración Urbana
La rehabilitación de la Plaza La Purísima forma parte de una estrategia municipal más amplia, en la que el Gobierno de Monterrey busca renovar de forma progresiva todos los espacios públicos del municipio. De acuerdo con el alcalde, este esfuerzo no responde a un capricho político, sino a un compromiso adquirido desde campaña y ahora sostenido como política pública.
“Así como lo estamos haciendo aquí en la Plaza La Purísima, lo estamos haciendo con cada uno de los espacios públicos que tiene la ciudad de Monterrey”, afirmó Adrián de la Garza.
El proyecto contempla también una inversión de 50 millones de pesos en distintas colonias, con la intención de transformar parques, plazas y áreas recreativas que han sido abandonadas o presentan deterioro avanzado. Estas intervenciones, según el alcalde, buscan fortalecer el tejido social, mejorar el entorno urbano y brindar espacios dignos a la población.
En el recorrido por la Plaza La Purísima también estuvieron presentes la diputada local Perla Villarreal, el secretario de Administración Marcelo Segovia, el secretario de Participación Ciudadana Rafa Ramos, y la presidenta del DIF Municipal, Gaby Oyervides, entre otras autoridades.
Más Allá de una Plaza: Modelo Replicable
La intervención en la Plaza La Purísima puede ser vista como un modelo replicable para otras zonas de Monterrey que requieren atención urgente. Más allá del embellecimiento, el proyecto se sustenta en tres pilares clave: sostenibilidad, funcionalidad y apropiación ciudadana.
Cada componente de la rehabilitación responde a una necesidad concreta: desde la reforestación urbana hasta la mejora de mobiliario urbano, pasando por el alumbrado eficiente y la recuperación de elementos históricos.
Este enfoque integral permite que el espacio no solo sea estéticamente agradable, sino también seguro, accesible y útil para distintas actividades. En tiempos donde el espacio público suele ser relegado en las prioridades presupuestales, proyectos como este demuestran que una ciudad más habitable sí es posible.