La construcción de la Presa Libertad, anunciada en 2019 como una de las soluciones al problema de agua en Nuevo León, ha estado plagada de problemas estructurales y retrasos significativos. El proyecto, que tenía como fecha de finalización agosto de 2023, ha sido reprogramado en varias ocasiones, y la presencia de fisuras en su cortina ha generado preocupación entre las autoridades y la ciudadanía.
En enero de este año, el periódico EL NORTE reveló la aparición de 545 grietas en la cortina de la Presa Libertad, que se extiende a lo largo de 5.5 kilómetros. Aunque la constructora responsable, Consorcio Constructivo Dycher, admitió la existencia de las fisuras, aseguró que no representaban un riesgo estructural y que se encontraban en proceso de reparación.
Sin embargo, estas declaraciones no fueron suficientes para calmar las preocupaciones. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) realizó una inspección del 28 al 29 de febrero, tras la cual emitió un informe en el que advertía que las fisuras de la Presa Libertad requerían una atención inmediata. A pesar de ello, AyD, la entidad encargada de la obra, afirmó que las reparaciones avanzaban y que un 83% de la cortina había sido mapeada para monitorear la evolución de las grietas.
Observaciones de Conagua
La Conagua emitió 14 observaciones en total sobre el estado de la cortina de la Presa Libertad, de las cuales solo ocho han sido parcialmente atendidas. Entre las recomendaciones más urgentes, la dependencia federal solicitó que se continuara con el mapeo de las fisuras y el seguimiento de su evolución. También sugirió utilizar técnicas más avanzadas para sellar las grietas, como la inyección de resina epóxica.
A pesar de los esfuerzos declarados por AyD, la situación sigue siendo preocupante. De las 232 fisuras identificadas durante la inspección, solo 210 han sido atendidas hasta ahora. Conagua insiste en que se deben tomar medidas adicionales para evitar que estas fisuras se conviertan en un problema mayor, especialmente ante la posibilidad de lluvias intensas en la región.
Impacto de la Tormenta Alberto
El 2023 ha sido un año difícil para la Presa Libertad. Tras las lluvias causadas por la tormenta Alberto, se reportó un desbordamiento en la cortina de la presa que afectó la planta de bombeo de Cerro Prieto, ubicada aguas abajo. Aunque los trabajadores de la obra atribuyeron este incidente a las fisuras en la cortina, AyD desestimó esta versión, argumentando que los daños fueron causados por fallas en las obras de protección de la cortina, no por las grietas.
No obstante, este desbordamiento puso en evidencia la fragilidad de la infraestructura, y despertó aún más dudas sobre la viabilidad de la obra.
Presa Libertad: Un Proyecto Retrasado
La construcción de la Presa Libertad ha sido reprogramada en varias ocasiones. Inicialmente, la obra debía concluir en agosto de 2023. Sin embargo, ante la complejidad de los problemas encontrados y los retrasos acumulados, la fecha se movió al 31 de diciembre de este año.
El costo del proyecto, estimado en 5 mil millones de pesos, ha sido cubierto en un 50% por el gobierno federal, mientras que la otra mitad ha sido asumida por el estado. A pesar de las dificultades, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha asegurado que la presa estará terminada antes de fin de año y que cumplirá con las expectativas de almacenamiento y distribución de agua.
Avances en el Llenado de la Presa Libertad
A pesar de los problemas estructurales y los retrasos, las lluvias recientes han contribuido al llenado parcial de la Presa Libertad. En agosto, el gobernador informó que el embalse había alcanzado un 10.5% de su capacidad total, equivalente a 31 millones de metros cúbicos de agua. Este nivel ha aumentado al 17% tras las lluvias de septiembre, lo que representa un almacenamiento de 37.4 millones de metros cúbicos, de los 220 millones que tendrá cuando esté completamente llena.
Este avance ha sido recibido con cierto optimismo, aunque sigue sin garantizar que la presa pueda comenzar a suministrar agua al sistema en los plazos establecidos. Con cuatro fechas incumplidas para la conclusión de la obra, la confianza en el proyecto ha mermado significativamente.
Conclusiones y Perspectivas
La Presa Libertad, que se construye en los límites de Montemorelos y Linares, sigue siendo un proyecto lleno de incertidumbre. Las fisuras en su cortina y los retrasos en su construcción han puesto en duda la viabilidad de la obra como una solución definitiva a los problemas de agua en la región.
La Conagua, por su parte, sigue insistiendo en que se realicen las reparaciones necesarias para garantizar la seguridad de la presa. Sin embargo, la fecha de finalización sigue siendo incierta, y la posibilidad de nuevos problemas estructurales no puede ser descartada.
Con una nueva fecha límite para el 31 de diciembre, la atención estará puesta en los próximos meses para ver si el gobierno estatal y las empresas constructoras logran cumplir con este objetivo. Mientras tanto, la preocupación por la seguridad y funcionalidad de la Presa Libertad continúa creciendo entre la ciudadanía.
Array