El reciente anuncio del gobernador de Nuevo León, Samuel García, sobre la eliminación del apoyo mensual para los usuarios de la tarjeta y aplicación Urbani ha causado una gran controversia y preocupación entre los ciudadanos. Este programa, que proporcionaba una ayuda económica significativa para el transporte público, ha sido descontinuado, dejando a muchos regiomontanos en una situación precaria.
Retiro del Apoyo y Su Impacto
Desde hace aproximadamente un mes, los beneficiarios del programa Urbani han notado que ya no reciben el depósito mensual de 225 pesos, un apoyo que el Gobierno Estatal había prometido mantener durante todo el 2024. Este dinero era crucial para muchas personas que dependen del transporte público para sus actividades diarias, y su eliminación ha tenido un impacto inmediato en sus finanzas.
El último abono se realizó en junio, coincidiendo con el período electoral, lo que ha llevado a sospechas sobre la intención detrás del programa. Muchos usuarios creen que el apoyo fue utilizado con fines electorales y que, una vez cumplido su propósito, fue descontinuado sin previo aviso ni explicación.
Falta de Claridad y Transparencia
Hasta el momento, no ha habido una comunicación oficial clara por parte de las autoridades estatales sobre el futuro del programa “Me Muevo”. La plataforma Urbani ha señalado que no tiene detalles sobre la duración del incentivo ni las fechas de los próximos depósitos, indicando que es responsabilidad del Gobierno Estatal, de Samuel García, informar sobre su continuidad.
Esta falta de información ha generado desconfianza y malestar entre los usuarios. La percepción de que el apoyo fue retirado debido a la falta de beneficios electorales para Mariana Rodríguez, esposa del gobernador, ha aumentado el descontento. Los ciudadanos sienten que fueron utilizados para fines políticos y luego abandonados.
Reacciones y Críticas
La respuesta de la comunidad ha sido de enojo y frustración. Las redes sociales se han llenado de críticas hacia el gobernador Samuel García, a quien acusan de manipular los programas sociales para obtener ventajas políticas. Las manifestaciones y protestas han sido frecuentes, y los ciudadanos exigen explicaciones y soluciones.
La ética y la integridad del gobierno están siendo cuestionadas, y muchos temen que otros programas y promesas puedan sufrir un destino similar. La falta de transparencia y la percepción de que los programas sociales son utilizados como herramientas políticas han erosionado la confianza en la administración.
