La televisión estatal de Nuevo León se ha convertido en el centro de una controversia política con la designación de Roberta Carrillo Zambrano como nueva directora del Canal 28. Esta decisión del gobernador Samuel García ha generado críticas y cuestionamientos, especialmente debido a la falta de experiencia de Carrillo en el ámbito cultural y su vínculo familiar con Glen Zambrano, un conocido facturero.
Canal 28: Un Nombramiento Cuestionado
Roberta Carrillo Zambrano, ex candidata de Movimiento Ciudadano (MC), ha sido nombrada directora del Canal 28 en medio de una investigación penal que involucra a su predecesor, Osvaldo Robles. Robles fue separado del cargo debido a la contratación de una empresa fantasma, lo que ha levantado sospechas sobre la transparencia y la legalidad en la gestión de Radio y Televisión de Nuevo León (RTVNL).
La Sombra de Glen Zambrano
Uno de los aspectos más controvertidos del nombramiento de Carrillo es su parentesco con Glen Zambrano, conocido por su implicación en actividades de facturación ilícita bajo órdenes de Samuel García. Este vínculo familiar ha suscitado especulaciones sobre la integridad del proceso de selección y los posibles beneficios personales que podrían derivarse de esta designación.
Sin Experiencia en Cultura y Arte
La falta de experiencia de Carrillo en el ámbito cultural y artístico es otro punto de crítica. Antes de su nombramiento, Carrillo se desempeñaba en roles políticos y de coordinación de redes sociales, pero no cuenta con antecedentes en la gestión cultural. Este vacío en su currículum ha generado dudas sobre su capacidad para dirigir un canal de televisión dedicado a la cultura y el arte.
El Contexto Político
El nombramiento de Carrillo ocurre en un momento delicado para el gobernador Samuel García, quien ha sido objeto de críticas por sus decisiones administrativas. La designación de una figura tan polémica podría interpretarse como un intento de utilizar la televisión estatal para fines de propaganda política, especialmente de cara a las próximas elecciones.
El futuro de Canal 28 bajo la dirección de Roberta Carrillo Zambrano es incierto. Su falta de experiencia y los cuestionamientos éticos en torno a su nombramiento plantean serias dudas sobre la imparcialidad y la calidad de la programación que se ofrecerá a los televidentes de Nuevo León. La ciudadanía deberá estar atenta a los desarrollos de esta historia para garantizar que los medios públicos sean utilizados de manera justa y transparente.
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