Un grupo de vecinos de San Pedro ha solicitado formalmente al municipio la reubicación del Parque Canino ubicado en el Parque El Mezquite. La propuesta se difundió en redes vecinales y busca la aprovación del presupuesto participativo 2025 para crear un espacio más adecuado para mascotas y dueños.
Actualmente, el parque se encuentra en una zona que, según los residentes, no ofrece condiciones óptimas: está cerca de viviendas, carece de sombra y tiene un tipo de suelo que lastima las patas de los perros. Aseguran que estos factores afectan tanto a los animales como a las familias que los acompañan.
Propuesta Ciudadana Con Enfoque En Bienestar Animal
La iniciativa ciudadana plantea que el Parque Canino sea reubicado dentro del mismo complejo de Parque El Capitán, pero en una zona diferente: el área de Parque Las Charcas. Este nuevo espacio propuesto se encuentra más alejado de las viviendas, tiene mayor vegetación y cuenta con el tamaño suficiente para permitir una división entre perros grandes y cachorros o razas pequeñas.
Los vecinos consideran que esta nueva zona no solo representa un cambio geográfico, sino una oportunidad para rediseñar un espacio más inclusivo, seguro y funcional para la convivencia entre mascotas y familias. Según la solicitud, se podrían adaptar zonas de juego independientes, instalar bancas, y colocar una oficina con aire acondicionado donde se pueda ofrecer atención básica veterinaria.
También proponen sumar a este esfuerzo la colaboración de la Facultad de Veterinaria del Centro de Estudios Universitarios (CEU). Estudiantes del área ya han mostrado disposición para participar con prácticas de servicio social, ayudando en la vigilancia del parque y brindando apoyo en cuidados médicos básicos para los perros que lo necesiten. Esta iniciativa no solo fortalecería el servicio ofrecido, sino que además implicaría una experiencia formativa para los alumnos involucrados.
Condiciones Actuales Del Parque Canino No Son Las Adecuadas
Los vecinos sostienen que desde el año 2020 han solicitado mejoras en el parque, sin obtener una respuesta definitiva. Durante estos años, la comunidad ha documentado diversos problemas relacionados con el actual parque canino. El principal reclamo se refiere al piso de piedra, que resulta abrasivo para las patas de los perros, especialmente durante las temporadas de calor.

Asimismo, la falta de sombra en la zona incrementa el riesgo de golpes de calor, tanto para los animales como para sus dueños. A esto se suma que el espacio, al estar junto a zonas de juegos infantiles, provoca una mezcla de actividades que genera incomodidad, ya que algunos padres temen que los perros sueltos puedan representar un peligro, aunque la mayoría de los dueños mantiene a sus mascotas bajo control.
Además, al estar tan cerca de viviendas, los ruidos generados por ladridos en momentos de alta afluencia, como los fines de semana o las mañanas, afectan la calidad de vida de quienes viven a unos metros del parque. Por eso, los residentes consideran que trasladar el parque a un sitio más alejado podría ofrecer mejor convivencia entre los diferentes sectores de la comunidad.
Presupuesto Participativo Como Herramienta Ciudadana
El llamado a incluir esta propuesta dentro del Presupuesto Participativo 2025 busca que el proyecto tenga respaldo institucional y financiamiento directo del municipio. Esta herramienta de participación ciudadana permite a los vecinos presentar ideas para ser votadas por la comunidad y ejecutadas con recursos públicos.
Los habitantes de Bosques del Valle y Fuentes del Valle confían en que su propuesta sea tomada en cuenta debido a que promueve no solo el bienestar animal, sino también la seguridad urbana, la salud pública y la participación activa de los ciudadanos en la construcción de espacios comunes.
El mensaje difundido en redes y chats vecinales concluye con una solicitud directa a las autoridades: “Nos encantaría contar con su amable apoyo para presentar este proyecto para que sea considerado dentro del Presupuesto Participativo 2025”.
Con esta propuesta, los vecinos no sólo buscan resolver un problema, sino también construir una solución colectiva, integrando voces ciudadanas, autoridades municipales y actores académicos como la comunidad universitaria. La solicitud sigue creciendo en respaldo, y los grupos vecinales confían en que, con suficiente apoyo, la reubicación del parque canino será una realidad en 2025.