Después de 21 meses sin reunirse debido a conflictos políticos, los alcaldes metropolitanos de Nuevo León y el gobernador Samuel García finalmente se sentaron en la misma mesa. El encuentro, que tuvo lugar en el Salón Juárez del Palacio estatal, estuvo marcado por un ambiente tenso, donde los reclamos y propuestas estuvieron a la orden del día.
Alcaldes Reclaman la Falta de Recursos
Uno de los temas centrales fue la distribución de recursos. El alcalde de San Nicolás, Daniel Carrillo, fue uno de los primeros en confrontar al gobernador. Durante su intervención, acusó al Ejecutivo estatal de retener fondos destinados a los municipios, específicamente el polémico Fondo de 2 mil 500 millones de pesos aprobado en el Presupuesto 2023. Según Carrillo, solo se ha liberado el 30% de estos recursos, lo que ha afectado severamente la capacidad operativa de los municipios.
El alcalde argumentó que el estado había hecho uso de “chicanadas legales” para evitar entregar la totalidad del dinero, una situación que calificó de inaceptable y como una falta de respeto a la autonomía municipal. Además, denunció que el Estado había retenido recursos adicionales como medida de presión hacia los municipios que no apoyan al gobierno estatal.
La Respuesta del Gobernador Samuel García
El gobernador no tardó en responder a las acusaciones. Aseguró que la retención de los recursos fue una medida tomada en respuesta a los juicios políticos que el Congreso local inició tanto en su contra como en contra del Secretario General de Gobierno, Javier Navarro. Según García, estos juicios han complicado la gestión financiera del estado, obligándolo a frenar la entrega de fondos a los municipios que, en su opinión, también forman parte del conflicto político.
El gobernador explicó que la falta de aprobación de deuda a largo plazo por parte de la Federación había forzado al estado a recurrir a préstamos a corto plazo, por un total de 6 mil millones de pesos. Estos préstamos, dijo, deben ser pagados antes de que concluya el 2024, lo que deja poco margen de maniobra financiera.
La Intervención de Adrián de la Garza
Uno de los momentos clave del encuentro fue la intervención del alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza. El edil priista hizo un llamado al gobernador para que reconstruya su relación con los legisladores locales. De la Garza señaló que la falta de diálogo entre el gobernador y el Congreso ha generado un ambiente de incertidumbre que afecta tanto a los municipios como al estado en general.
“El estado no puede tomar de rehenes a los municipios”, afirmó De la Garza, en referencia a la condición impuesta por García para entregar los recursos: que los legisladores locales aprueben su presupuesto. Además, el alcalde de Monterrey instó al gobernador a reconocer la autoridad de la presidenta del Congreso, la priista Lorena de la Garza, y de la Mesa Directiva, ambos cargos que han sido impugnados por el Ejecutivo estatal.
El alcalde de Escobedo, Andrés Mijes, también tomó la palabra durante la reunión. Su propuesta fue clara: dejar de lado los litigios entre el PRI, el PAN y el gobierno estatal, para así poner fin a la pugna política que ha paralizado al estado. Sin embargo, su sugerencia no fue bien recibida por los demás participantes de la mesa.
Mijes propuso que ambas partes, tanto el PRIAN como el gobierno estatal, se desistan de los juicios y busquen una solución conjunta que permita avanzar en temas clave para el desarrollo de Nuevo León. A pesar de su llamado a la reconciliación, las tensiones entre los actores políticos se mantuvieron presentes durante toda la reunión.
¿Un Nuevo Inicio o Más Confrontaciones?
Aunque la reunión terminó con un llamado a la reflexión por parte de algunos alcaldes, la realidad es que las tensiones entre los municipios y el gobierno estatal siguen vigentes. La falta de consenso en torno a los recursos y las pugnas políticas hacen que el futuro de la relación entre el gobernador y los alcaldes siga siendo incierto.
Por ahora, lo que queda claro es que, aunque hubo un intento de diálogo, las heridas políticas y económicas entre las partes aún no han sanado. El próximo encuentro será crucial para determinar si esta reunión fue un paso hacia la reconciliación o si simplemente reavivó las tensiones.
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