El Túnel de la Loma Larga ya Tiene Nuevo Nombre Oficial

¿Por qué San Pedro renombró el Túnel? Conoce toda la información.
TÚNEL LOMA LARGA SAN PEDRO - Informe Regio

El Cabildo de San Pedro Garza García aprobó por unanimidad el cambio de nombre del Túnel de la Loma Larga, uno de los principales accesos que conectan este municipio con Monterrey. A partir de ahora, el complejo vial llevará el nombre de Agustín Basave Fernández del Valle, en honor al filósofo, escritor y catedrático reconocido en el ámbito académico y político.

La propuesta fue presentada por la familia del intelectual y ya había sido aprobada meses atrás por el Cabildo de Monterrey. Durante la sesión de votación, estuvieron presentes familiares de Basave Fernández del Valle, quienes agradecieron el gesto al alcalde Mauricio Fernández y a los integrantes del Cabildo de San Pedro.

Mantenimiento y Mejoras en el Túnel

Además del cambio de nombre, el alcalde Mauricio Fernández anunció que, en coordinación con el municipio de Monterrey, se realizarán trabajos de mantenimiento y mejora en el túnel. Entre las acciones planeadas, se contempla la aplicación de una pintura especial en el interior de la estructura para mejorar la visibilidad y reforzar la seguridad vial.

Este túnel ha sido objeto de controversia en los últimos meses debido al desprendimiento de concreto, que ocasionó su cierre temporal y generó congestionamiento en diversas vialidades principales de Monterrey y San Pedro. Con estas intervenciones, se busca garantizar la seguridad y mejorar la movilidad en la zona.

Historia del Túnel de la Loma Larga

El Túnel de la Loma Larga es una de las vías más importantes en la conectividad entre Monterrey y San Pedro Garza García. Su construcción respondió a la necesidad de mejorar la movilidad entre ambas zonas, facilitando un acceso más rápido a los habitantes de la metrópoli.

De acuerdo con registros históricos, la idea de esta infraestructura surgió en 1966, cuando el urbanista Héctor de Jesús Castellanos propuso la construcción de una vía subterránea que conectara el Centro de Monterrey con la zona de Lázaro Cárdenas. Sin embargo, la ejecución del proyecto enfrentó diversas dificultades antes de convertirse en una realidad.

Obstáculos y Conflictos en su Construcción

Desde el principio, la construcción del túnel enfrentó diversos retos, tanto económicos como sociales. Uno de los principales conflictos surgió con los habitantes de la colonia Independencia, quienes manifestaron su rechazo al proyecto debido a las afectaciones que sufrirían sus viviendas. El plan original contemplaba el desalojo de 150 familias, lo que generó una fuerte oposición.

Otro de los problemas fue el alto costo de la obra, lo que llevó a los gobiernos municipales y estatales a replantear la ejecución del proyecto. Finalmente, a finales de la década de 1980, Mauricio Fernández, entonces alcalde de San Pedro, tomó la iniciativa para impulsar la construcción del túnel. Para ello, buscó el apoyo de Sócrates Rizzo, alcalde de Monterrey, y del gobernador Jorge Treviño.

Un Replanteamiento Clave para su Ejecución

El punto de inflexión en el desarrollo del proyecto llegó con una propuesta presentada por Sócrates Rizzo y Leonor Garza Salinas. En lugar de la ubicación original, que implicaba desalojar a 150 familias, propusieron construir el túnel en la avenida Venustiano Carranza, lo que reduciría el impacto social, afectando únicamente a 13 familias.

Gracias a esta modificación, la obra pudo consolidarse, convirtiéndose en una de las vías más importantes de la zona metropolitana. Actualmente, el túnel es utilizado diariamente por miles de conductores que buscan un acceso rápido entre Monterrey y San Pedro Garza García.

Un Homenaje a la Historia y la Academia

Con la decisión de renombrar el Túnel de la Loma Larga como Agustín Basave Fernández del Valle, San Pedro rinde homenaje a un personaje destacado en el ámbito intelectual y político. Filósofo, escritor y catedrático, Basave Fernández del Valle dejó una huella significativa en el pensamiento mexicano, lo que motivó a su familia a proponer que el túnel llevara su nombre.

Este cambio de denominación no solo representa un reconocimiento a su legado, sino que también marca una nueva etapa en la historia del túnel, que continuará siendo un punto clave en la movilidad de la metrópoli.