Este miércoles 7 de mayo comenzó uno de los procesos más solemnes y enigmáticos de la Iglesia católica: el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco. Se trata de un evento cargado de simbolismo, tradición y reglas estrictas que, a pesar de su carácter antiguo, sigue despertando interés global.
Más de 1,400 millones de católicos y millones de personas en el mundo estarán atentos a la pequeña chimenea de la Capilla Sixtina, esperando la señal definitiva: la fumata blanca que anunciará la elección del nuevo pontífice.
¿Qué es el Cónclave y cómo Funciona?
El cónclave es el proceso mediante el cual los cardenales electores de la Iglesia católica eligen a un nuevo papa. Se realiza en la Capilla Sixtina, ubicada en el Vaticano, bajo un estricto protocolo de aislamiento y confidencialidad.
Este año, 133 cardenales con derecho a voto están reunidos para decidir quién será el pontífice número 267 en la historia de la Iglesia. Para que uno de ellos sea elegido, necesita al menos 89 votos, lo que equivale a una mayoría de dos tercios.
El proceso comienza con una primera votación el día de entrada al cónclave, que en este caso fue hoy a las 16:30 horas (hora local de Roma). Esta votación inicial sirve para medir los apoyos de los candidatos más mencionados y establecer el tono de las siguientes jornadas.
¿A qué Hora es la Fumata y qué Significa?
La fumata blanca es el momento más esperado del cónclave, ya que indica que hay un nuevo papa. Si el humo es negro, significa que ningún candidato ha alcanzado la mayoría necesaria y el proceso continuará.
Hoy, tras la primera votación, se espera una fumata en torno a las 19:00 horas, aunque lo más probable es que sea negra. A partir del segundo día, habrá cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Si una votación resulta exitosa, la fumata blanca puede aparecer alrededor de las 10:30 horas o a las 17:30 horas, dependiendo del turno en que se elija al nuevo líder espiritual.
El color del humo se produce gracias a una mezcla química específica: clorato de potasio, lactosa y colofonia, lo que permite distinguir claramente si es blanca o negra.
¿Qué Pasa si no se Elige Papa en los Primeros Días?
Si después de tres días de votaciones no se ha logrado elegir a un nuevo papa, se hace una pausa de un día para oración, reflexión y conversación entre los cardenales. Este descanso, si se necesitara, ocurriría el domingo 11 de mayo, y marcaría un punto crítico en el proceso.
Posteriormente, se reinician los escrutinios en bloques de siete votaciones, intercalados por pausas similares. Si llegaran a hacerse 34 votaciones sin resultado, los cardenales deberán elegir entre los dos candidatos más votados, pero aún se requerirá una mayoría de dos tercios para validarlo.
¿Cómo se Desarrollan las Votaciones?
Las votaciones se realizan en un ambiente de absoluto silencio, sin debates ni intervenciones dentro de la Capilla Sixtina. Cada cardenal es llamado por su nombre, se levanta y deposita su papeleta en una urna. Luego, las papeletas son leídas en voz alta y se contabilizan cuidadosamente.
Las negociaciones y conversaciones clave suceden fuera de la capilla, en momentos informales como comidas o caminatas por las áreas comunes de la residencia vaticana. Estos encuentros pueden definir alianzas y redirigir los votos hacia ciertos candidatos.
¿Qué Ocurre tras la Elección?
Una vez que un cardenal obtiene los votos necesarios, se le pregunta si acepta el cargo y qué nombre elegirá como nuevo papa. Después, es felicitado por los demás cardenales y se retira a la llamada “sala de las lágrimas”, un lugar reservado para que el futuro pontífice reflexione y se prepare emocionalmente para la gran responsabilidad que acaba de asumir.
En esa sala encuentra hábitos blancos de diferentes tallas para vestirse antes de salir al balcón central de la Basílica de San Pedro, donde será presentado al mundo. El anuncio lo hace el protodiácono en latín, y a veces el nombre no se entiende con claridad de inmediato. Minutos después, el nuevo papa se dirige por primera vez a los fieles.
¿Podría Durar más que en 2005 y 2013?
Todo indica que este cónclave podría extenderse más que los anteriores. En 2005, Joseph Ratzinger fue elegido en cuatro votaciones; en 2013, Jorge Mario Bergoglio en cinco. Pero en esta ocasión no hay un favorito claro, y hay señales de fragmentación entre los bloques de votantes.
Situaciones similares se vivieron en los cónclaves de 1978 (elección de Juan Pablo II) y 1958 (elección de Juan XXIII), cuando fue necesario recurrir a candidatos alternativos tras múltiples empates.
El cónclave no solo es un proceso de elección, sino un ritual cargado de historia y simbolismo que define el futuro de la Iglesia católica. Hoy, con el mundo atento a una simple señal de humo, se reactiva un mecanismo milenario que, en medio del siglo XXI, sigue despertando expectativa global.