El arte se ha convertido en un refugio inesperado para varias mujeres privadas de la libertad en el CERESO femenil de Escobedo. A través de la danza, internas que cumplen su sentencia han descubierto un espacio para la disciplina, la sensibilidad y la esperanza.
El programa, impulsado por la organización Faro en el Camino, busca que cada mujer encuentre un camino diferente durante su proceso de reinserción social. Aunque existen diversas actividades recreativas dentro del centro, el ballet ha tomado fuerza como una de las prácticas más significativas.
Entre ensayos y presentaciones, las internas no solo fortalecen su cuerpo, también desarrollan una nueva manera de relacionarse con ellas mismas y con los demás. La danza, más allá de ser un simple pasatiempo, se ha convertido en un vehículo de transformación personal.
Grupo De Danza En El CERESO Femenil
El ballet del CERESO femenil está bajo la dirección del maestro Carlos Martínez, quien inició el proyecto hace tres meses. Su objetivo ha sido darle continuidad y constancia a un programa que se imparte todos los días con sesiones de dos o tres horas.
Aunque el grupo se centra en la danza folclórica, los entrenamientos incluyen pilates, yoga y principios de danza contemporánea. Estas disciplinas complementarias ayudan a perfeccionar la técnica, mejorar la postura y ganar fuerza y elasticidad.
Gracias a estas prácticas, las internas se han vuelto más sociables. También han reducido sus niveles de estrés y han fortalecido sus vínculos como mujeres, madres e hijas. En cada ensayo y en cada presentación encuentran motivos para seguir adelante.

Objetivo De La Danza Del CERESO Femenil
La danza dentro del CERESO femenil no es un entretenimiento pasajero. Forma parte de un proyecto integral de reinserción social. El maestro Martínez explica que el arte brinda sensibilidad, disciplina y una herramienta de vida para cuando las internas recuperen su libertad.
El propósito es que las mujeres tengan opciones una vez que terminen su sentencia. Con la experiencia adquirida, podrían dar clases de danza o incluso integrarse a espectáculos culturales. Así, la práctica se convierte en una alternativa real para construir un futuro diferente.
La disciplina del ballet enseña más que pasos de baile. Aporta constancia, respeto y trabajo en equipo. Estos valores son fundamentales en un proceso de reinserción social que busca evitar la reincidencia y promover un regreso digno a la sociedad.
Cómo La Danza Aporta Esperanza Y Un Nuevo Propósito De Vida
El impacto del ballet en el CERESO femenil va más allá del escenario. Cada movimiento fortalece la autoestima de las internas, quienes encuentran en la danza un espacio para sanar heridas y proyectar sus emociones.
La práctica diaria les permite alejarse del encierro mental que muchas veces acompaña al confinamiento. También abre un canal de comunicación entre ellas, fomentando la solidaridad y la empatía.
Por otro lado, la danza les da la posibilidad de visualizarse fuera del centro. Saber que pueden enseñar, participar en un grupo o transmitir su arte les ofrece un horizonte de oportunidades. En ese sentido, el ballet funciona como puente entre el presente y un futuro con más sentido.
Presentaciones Próximas Del Ballet En El CERESO
El entusiasmo del grupo se refleja en las presentaciones realizadas y en los proyectos por venir. Recientemente, las internas interpretaron el tradicional jarabe tapatío, un logro que mostró su avance en poco tiempo de trabajo.
Ahora se preparan para un nuevo reto: una serie de coreografías que representarán a Veracruz en el mes de noviembre. Cada ensayo es una preparación para presentarse en eventos importantes dentro de los centros, como bodas colectivas y certámenes de canto.
En septiembre, el ballet tiene programada una visita al CERESO número 1. Ahí buscarán sorprender a los asistentes con la calidad de su presentación, demostrando que la danza puede florecer incluso en los contextos más adversos.