El Gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha hecho un nuevo llamado a los Diputados locales para que se unan y trabajen en la aprobación del Presupuesto 2025. En un contexto marcado por tensiones políticas y enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Legislativo, García prometió que durante los próximos tres años no habrá más “arrebatos” o confrontaciones por parte de su administración. Esta declaración se produce tras un período prolongado de disputas legales y ataques dirigidos a figuras de la oposición, lo que ha generado un clima de desconfianza en el entorno político del estado.
Durante el evento de conmemoración del tercer aniversario del programa social Nueva Ruta, el Gobernador enfatizó la necesidad de priorizar el bienestar de los ciudadanos de Nuevo León. “Si ponemos al neolonés en el centro de nuestras decisiones y a Nuevo León como nuestra principal prioridad, no deberíamos estar discutiendo ni batallando en repartir un presupuesto o en crear leyes que beneficien a nuestro estado”, afirmó García. Esta exhortación a la colaboración y la unidad surge en un momento crítico en el que se requiere una gestión eficiente de los recursos públicos para abordar las necesidades urgentes de la población.
Promesas de flexibilidad y colaboración
García ha subrayado que su administración se compromete a ser flexible y cooperativa en la gestión del presupuesto. Durante su mensaje, expresó su deseo de que los recursos necesarios sean entregados a los alcaldes para que puedan atender las demandas de sus comunidades. “Vamos a abrirnos, a ser flexibles, a cooperar y a buscar encuentros”, manifestó el Gobernador. Esta promesa de colaboración se presenta como un intento de suavizar las tensiones existentes y fomentar un ambiente de trabajo conjunto entre las diferentes instancias del gobierno.
No obstante, la situación no es tan sencilla como parece. A pesar de la disposición del Gobernador para trabajar en conjunto, algunos diputados han mostrado escepticismo y desconfianza debido a los antecedentes de negociaciones fallidas y ataques políticos. Esta desconfianza se manifiesta en la exigencia de un cumplimiento riguroso de los acuerdos y la necesidad de que los recursos lleguen efectivamente a los municipios, así como en la publicación de decretos y acuerdos que aún están pendientes.
Tensión persistente entre el Ejecutivo y el Legislativo
A medida que se acerca la fecha límite para la aprobación del presupuesto, las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo continúan. A pesar de que García ha pedido a los legisladores dejar de lado las disputas políticas, muchos diputados argumentan que el cumplimiento de la ley y la transparencia en la gestión son fundamentales. En este contexto, el Gobernador enfrenta el desafío de ganar la confianza de los diputados, quienes están preocupados por el manejo de los recursos públicos y el cumplimiento de los acuerdos pactados.
En este ambiente de incertidumbre, algunos legisladores han condicionado las negociaciones sobre los recursos pendientes y la publicación de decretos a un diálogo más efectivo y respetuoso. El futuro del presupuesto estatal dependerá de la capacidad de ambas partes para llegar a acuerdos y dejar atrás los conflictos que han marcado su relación en los últimos años.
Un llamado a la responsabilidad compartida en Nuevo León
El Gobernador García ha resaltado que la responsabilidad de avanzar en la aprobación del presupuesto no recae únicamente en el Legislativo. En sus declaraciones, enfatizó que todos los actores políticos deben actuar con responsabilidad y madurez, en lugar de utilizar a la ciudadanía como un instrumento en sus disputas. “El servicio público consiste en resolver los problemas de la gente”, afirmó, sugiriendo que el enfoque debe estar en el bienestar de los neoleoneses.
García también reconoció que las tensiones políticas y los conflictos pueden desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrenta el estado, como la inseguridad, la infraestructura y el desarrollo social. Por lo tanto, su llamado a la unidad y la cooperación es una invitación a todos los líderes políticos a priorizar las necesidades de la comunidad sobre sus intereses personales o partidistas.