El Municipio de Monterrey plantó 45 árboles nativos en el corredor verde Aramberri-Washington, como parte de una campaña de reposición ecológica tras el retiro de decenas de ejemplares que se secaron por falta de cuidados adecuados. Con esta acción, autoridades buscan reparar el daño visual y ambiental provocado por el deterioro de las áreas verdes instaladas en administraciones anteriores.
Las especies sembradas incluyen mezquites, ébanos y palo blanco, adaptadas al clima local y seleccionadas por su resistencia y valor ecológico. La plantación fue acompañada por la promesa de implementar un sistema especial de riego y mantenimiento, lo que representa un intento por evitar que se repita el abandono que afectó los ejemplares anteriores.
¿Qué Pasó con los Árboles Anteriores?
De acuerdo con reportes publicados en abril, decenas de árboles colocados en este mismo corredor durante una administración previa terminaron muertos por falta de riego y atención especializada. Algunos fueron retirados por estar completamente secos, mientras que otros dejaron huecos o troncos en la zona, provocando una imagen de abandono en pleno centro de la ciudad.
Los problemas detectados incluyeron cuadros de siembra demasiado pequeños, un sistema de mantenimiento deficiente y una escasa supervisión del estado de las plantas. Estos factores, combinados con el uso de maquinaria poco adecuada, hicieron inviable el crecimiento saludable de los árboles.
El contraste era notorio: mientras algunos puntos del corredor lucían arbolado en buen estado, otros presentaban terrenos áridos, huecos o árboles completamente secos, generando quejas de vecinos y peatones.
Participación Ciudadana y Apoyo Técnico
En esta nueva etapa de reforestación, se sumó la asociación civil Reforestación Extrema, una organización especializada en restauración ecológica urbana. Su intervención fue clave no sólo por el conocimiento técnico, sino también por el equipo de trabajo con el que cuentan. A diferencia del equipo municipal, que requiere maquinaria de mayor tamaño, la asociación usó maquinaria ligera que permite cavar sin romper concreto o dañar la infraestructura urbana existente.
Según informó el área de Comunicación Social del municipio, la colaboración fue voluntaria y no representó un costo para la administración municipal. La participación de esta asociación permitió agilizar los trabajos, especialmente en zonas con espacio limitado para maniobras.
“Los cuadros para plantar los árboles son muy pequeños”, explicó el área técnica. “El equipo que tiene el Municipio es muy grande, entonces tendríamos que haber quitado manualmente los árboles. Fue un apoyo de ellos para realizar los trabajos más rápido”.
Programa de Mantenimiento a Largo Plazo
Una de las críticas más recurrentes hacia las obras de reforestación en Monterrey es la falta de seguimiento posterior a la siembra. Ante ello, la autoridad municipal señaló que no sólo se sembraron nuevos árboles, sino que todos los corredores verdes de la ciudad han sido incorporados a un programa de riego y mantenimiento que permitirá conservar los ejemplares en mejores condiciones.
Este programa incluirá monitoreos periódicos, personal asignado para el cuidado de las plantas y acciones específicas durante la temporada de sequía o altas temperaturas, que suelen ser las más críticas para el desarrollo de la vegetación.
“Todos los corredores ya están en un programa de riego y mantenimiento para que no se mueran los árboles”, explicó el Municipio en un comunicado oficial. Además, se comprometieron a continuar con la reposición de árboles en otros camellones y zonas verdes en las próximas semanas.
Impacto Ambiental y Visual
La restauración del corredor Aramberri-Washington no sólo tiene un valor estético. De acuerdo con especialistas, la recuperación de áreas verdes en el centro de la ciudad mejora la calidad del aire, reduce la temperatura urbana y favorece la biodiversidad local.
Los árboles nativos como el mezquite y el ébano tienen la ventaja de requerir menos agua y resistir condiciones climáticas adversas, lo que los convierte en una opción ideal para proyectos de reforestación urbana.
Además, zonas con vegetación adecuada aportan beneficios indirectos como la reducción de contaminación acústica, la captura de carbono y la mejora del estado de ánimo en zonas peatonales. En este caso particular, el corredor Aramberri-Washington también conecta puntos importantes del Centro de Monterrey, lo que lo vuelve clave para la movilidad y la imagen urbana.
Abandono de la Administración Pasada
El pasado 10 de abril, el diario EL NORTE publicó un reportaje que evidenciaba el deterioro de varias áreas verdes en el municipio, incluidas las del corredor Aramberri. Según el texto, gran parte del arbolado instalado por la administración anterior y el Gobierno estatal murió por desatención, y lo que debía ser un espacio ecológico de vanguardia se convirtió en una secuencia de troncos secos o cuadros vacíos.
La publicación generó una ola de críticas ciudadanas que exigieron respuestas a las autoridades y una intervención urgente. El actual gobierno municipal, encabezado por el priista Adrián de la Garza, tomó cartas en el asunto con esta nueva reforestación y el plan de mantenimiento que ahora acompaña la reposición.
No obstante, activistas y vecinos permanecen atentos, pues aseguran que lo importante no es solo sembrar, sino garantizar la supervivencia de los árboles con acciones constantes.
Un Paso en la Dirección Correcta por Monterrey
Aunque es temprano para evaluar resultados definitivos, la reforestación de 45 árboles en el corredor Aramberri-Washington representa un paso positivo hacia la recuperación ambiental del centro de Monterrey. A diferencia de anteriores esfuerzos, esta vez el proceso fue acompañado por colaboración técnica, selección adecuada de especies y un compromiso explícito de mantenimiento.
En un contexto de urbanización acelerada, cambio climático y pérdida de espacios naturales, cualquier iniciativa que busque restaurar el equilibrio ecológico merece atención y seguimiento. Pero también exige transparencia, evaluación y rendición de cuentas por parte de las autoridades responsables.
¿Qué Sigue?
El Municipio ha adelantado que en las próximas semanas se llevará a cabo la reposición de árboles en otros corredores y camellones de la ciudad. Aunque no se especificaron las ubicaciones, se espera que el modelo de colaboración y mantenimiento aplicado en Aramberri se replique en otras zonas críticas.
Mientras tanto, asociaciones civiles como Reforestación Extrema continúan insistiendo en que los ciudadanos también pueden participar en la vigilancia, adopción y cuidado de los árboles urbanos, lo que generaría un modelo de corresponsabilidad ambiental.
A largo plazo, el éxito de este tipo de programas dependerá de que se establezcan mecanismos de seguimiento real, con indicadores claros sobre supervivencia, crecimiento y salud del arbolado urbano.